El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) António Guterres, hizo un llamado de alerta sobre las consecuencias que tendría el coronavirus en la vida de miles de niños en el mundo.
La organización aseguró que el cierre de las escuelas, la saturación de hospitales y clínicas y, sobre todo, la recesión causada por esta crisis son algunas de las grandes amenazas para los menores.
Este escenario conllevaría a que en solo un año se pueden perder los avances en materia de mortalidad infantil registrados durante los últimos dos o tres años.
“Afortunadamente, los niños se han visto en gran medida libres de los síntomas más severos de la enfermedad, pero sus vidas se han cambiado drásticamente”, señaló Guterres; reclamando a los gobiernos medidas de protección específicas para los más pequeños.
Según las estimaciones de la organización, entre 42 y 66 millones de niños podrían caer este año a una situación de extrema pobreza; uniéndose a los alrededor de 386 millones que ya estaban en 2019.
“A medida que la recesión mundial se acelere, podría haber cientos de miles de muertes infantiles más en 2020”, indicó la ONU, al resaltar que esta estimación podría echar por tierra los últimos dos o tres años de progresos logrados en la reducción de la mortalidad infantil.
Además, el cierre de las escuelas en 188 países, que afecta a unos 1.500 millones de alumnos; amenaza con disparar la malnutrición pues casi 370 millones de niños en 143 países dependen de los colegios para tener una fuente de alimentación fiable.
Ver más: Ensayos clínicos dan indicios de la prometedora eficacia de un medicamento antiviral contra el COVID-19
A la ONU también le preocupa el golpe que estas medidas para el coronavirus suponen para la enseñanza de los niños; sobre todo en los países con menos recursos donde las clases a distancia son casi imposibles.
Además; la organización alerta del previsible aumento de los abusos domésticos en una situación de gran estrés para muchas familias y de que, sin las escuelas, se pierde un lugar clave para detectar este tipo de problemas.
Aunque pocos niños han fallecido por el COVID-19, la pandemia está complicando la prevención y tratamiento de otras enfermedades.
De acuerdo con la ONU; las campañas de vacunación contra la polio se han suspendido, las del sarampión están paralizadas en al menos 23 países y los niños tienen más problemas para ser tratados ante el desbordamiento de los hospitales.
“El impacto socioeconómico del virus y de las medidas de contención y mitigación que los gobiernos han puesto en marcha en todo el mundo son potencialmente catastróficos para millones de niños. Lo que empezó como una crisis sanitaria está evolucionando hacia una crisis más amplia para los derechos de los niños”, indicó Guterres.
Ante esta situación; la ONU ve urgente expandir la asistencia social a las familias, garantizar alimentos para todos los menores, dar prioridad a la continuación de servicios como la vacunación y la atención pediátrica o crear protecciones específicas para niños vulenrables como migrantes, refugiados y huérfanos.
Infórmate minuto a minuto sobre el coronavirus y otras noticias del mundo en nuestras redes sociales