El mundo estaba esperanzado de que la pandemia del COVID-19 estuviera en su fase final ante la gran disminución de contagios y muertes a nivel mundial. Sin embargo, en las últimas semanas la subvariante BA.2 ha sorprendido al convertirse en la cepa dominante en el planeta.
Mientras gran parte de los países levantaron las restricciones del COVID-19 ante la baja incidencia de casos y el avance de las vacunaciones, esta subvariante de ómicron se extendió y los científicos aún no tienen claro en dónde se originó
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explicó que BA.2. representa más de 86 % de los casos que son secuenciados en todo el mundo.
De esta forma, la comunidad científica empezó a analizar esta subvariante y descubrió que preliminarmente tiene un alto nivel de transmisibilidad, pero es menos peligrosa que otras mutaciones que ha tenido el virus.
La rápida propagación de esta variante hizo que los contagios estén registrando unos incrementos en los países de Europa. Además, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) reconoció que BA.2. ya es la cepa dominante en el país.
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La comunidad científica ya había advertido que los virus constantemente están mutando y por eso era probable que en medio de la pandemia surgiera nuevas variantes o subvariantes del COVID-19.
De hecho, la variante Delta ya suma más de 200 subvariantes en el mundo; mientras que ómicron ya ha sumado cuatro linajes.
Una variante “silenciosa”
Los investigadores y autoridades han asegurado que BA.2 es una subvariante “silenciosa” no solo por la forma como se propagó exponencialmente si no porque los marcadores genéticos que venían siendo utilizados para COVID-19 no la distinguen respecto a otras variantes y se requieren nuevas pruebas para identificarla.
De esta forma, el virus sigue siendo detectado a través de las pruebas PCR por lo que las personas contagiadas con esta subvariante sabrán si son positivos al COVID-19.
La variante ómicron, que se propagó y mutó rápidamente en el mundo, fue descubierta en el sur de África y provocó una de las más grandes oleadas de contagios desde el inicio de la pandemia.
Lo cierto es que la subvariante BA.2 presenta varias mutaciones en la proteína Spike, respecto a su versión original, y por eso tiene la capacidad de ser más contagiosa al entrar a las células humanas.
Una investigación de la Autoridad Danesa de Control de Enfermedades Infecciosas (SSI) resaltó que esta subvariante “silenciosa” sería hasta 1.5 veces más contagiosa que otras cepas.
“El estudio muestra que si una persona en un hogar está infectada por el BA.2, hay un riesgo global de 39 % de que otro miembro de la familia sea infectado durante la primera semana”, indicó SSI.
Un aspecto positivo es que las personas que han sido inmunizadas y que ya recibieron sus dosis de refuerzo tienen menos posibilidades de ser infectadas, lo cual demostraría que la eficacia de las vacunas y la inmunidad natural sería suficiente para enfrentar esta subvariante; al menos para evitar una enfermedad grave.
Sin embargo, el aumento de casos que se vienen experimentando en varias partes del mundo estarían relacionados por la mayor transmisibilidad de esta subvariante; así como por la disminución de la inmunidad de las personas y el relajamientos de las medidas sanitarias frente al COVID-19.
Algunos expertos han atribuido el incremento de las infecciones a que gran parte de los países levantaron las restricciones y las personas ya no han sido tan estrictas en el uso de las mascarillas, especialmente en espacios cerrados.
El principal asesor médico de la Casa Blanca, Anthony Fauci, advirtió que ante un incremento exponencial de casos es posible que se restablezcan algunas de las restricciones para el COVID-19 en EE.UU.
“No quiero usar la palabra ‘cierres’, pero creo que debemos estar atentos al patrón de lo que estamos viendo con las infecciones y estar preparados para la posibilidad de que tengamos otra variante”, señaló Fauci.
De acuerdo con el experto, si el panorama epidemiológico cambia y provoca un aumento de casos y en el número de hospitalizaciones, es crucial que la población entienda que temporalmente se podrían retomar algunas medidas como el uso de mascarillas en interiores.
Finalmente, las autoridades sanitarias y científicos siguen de cerca el comportamiento de esta subvariante “silenciosa” en momentos en que gran parte del mundo pensaba que estábamos entrando en la fase final de la pandemia del COVID-19.