Dzhambulat Khatokhov, quien fue reconocido en 2003 como el niño más gordo del mundo, falleció a la edad de 21, según reportaron medios rusos, de donde es originario.
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De acuerdo con registros, Dzhambulat Khatokhov pesaba 34 kilogramos cuando solo tenía 2 años; a los 7 superaba los 100 kilos y a los 13, llegó a los 180.
Tras ser famoso por su condición y conseguir el récord, su madre fue acusada de impulsar el crecimiento del pequeño, pero dijo que lo apoyaba en su búsqueda por ser un luchador de sumo.
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Por años, los médicos que trataron al Dzhambulat quisieron encontrar si su rápido aumento de peso se debía a una enfermedad extraña, pero nunca encontraron algo inusual en su organismo, así que siempre se trató como obesidad.
Los doctores recomendaron a su madre que le diera comida saludable para que bajara de peso, pero ella se negó asegurando que su hijo estaba sano como cualquier deportista.
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Con los años, Dzhambulat logró su objetivo de ser luchador de sumo, a lo que se dedicó hasta el día de su muerte, el 29 de diciembre.
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Betal Gubzhev, jefe de la Federación de Sumo de Kabardino-Balkaria, fue el encargado de confirmar la noticia de la muerte del luchador, sin revelar las causas del deceso.
Pero medios rusos dijeron que la muerte del joven, que llegó a pesar 230 kilos, se habría tratado de una falla renal.