Tras una cirugía de 18 horas, en la que se involucraron a 30 médicos y enfermeras a cargo, Ervina y Prefina, dos siamesas centroafricanas de dos años, unidas por la cabeza, lograron ser separadas exitosamente.
Médicos del Hospital pediátrico romano Bambino Gesú lograron la separación de siamesas unidas por la cabeza, las cuales compartían el cráneo y el sistema nervioso.
De acuerdo con un comunicado emitido por el Hospital Bambino, las siamesas Ervina y Prefina nacieron con una afección “rara y compleja de fusión craneal y cerebral”. Por lo que la cirugía tardó un año en prepararse, para lograr establecer la mejor forma de separarlas, sin que sus vidas se vieran afectadas.
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Las siamesas, nacidas en la República Centroafricana, arribaron a Italia junto con su madre Ermine en septiembre de 2018 para ser tratadas, después de que la presidenta del hospital ofreciera su apoyo.
Para ese momento se pudo determinar que las siamesas, en general, gozaban de buena salud. No obstante, los estudios indicaban que el corazón estaba haciendo doble trabajo; lo que aumentaría su nivel de esfuerzo, para poder mantener el equilibrio fisiológico de los órganos de las dos pequeñas, incluido el cerebro.
En total, “las siamesas fueron sometidas a tres operaciones muy delicadas para reconstruir progresivamente dos sistemas venosos independientes”, señaló el Hospital en un comunicado.
El mayor desafío para el equipo médico fue, precisamente, hallar la red compartida de vasos sanguíneos que conducían la sangre del cerebro a sus corazones, y tener que separarla, explicó el Hospital Bambino.
De las tres cirugías, la más importante y compleja fue la última, cuando se dividieron los huesos del cráneo compartido; reconstruyeron la membrana que cubre los dos cerebros y recrearon el revestimiento de la piel sobre los nuevos cráneos.
Esta operación se realizó el pasado 5 de junio y tomó cerca de 18 horas. Además, involucró a 30 médicos y enfermeras, que garantizaron el bienestar de las siamesas hasta el final.
Luego de un mes de haberse practicado la cirugía, las siamesas están bien y con buena salud. Según, los controles postoperatorios, los cerebros de las niñas están intactos y podrán crecer normalmente.
De hecho, en un video grabado recientemente en el Hospital Bambino, con motivo del segundo cumpleaños de las pequeñas, se le ve a las las niñas con la cabeza envuelta en vendas protectoras, pero dichosas comiendo pastel.
De acuerdo con el hospital, el vendaje se debe a que el riesgo de infección aún es alto, por lo que las siamesas tendrán que permanecer con la cabeza protegida durante varios meses.
Finalmente, el hospital destacó que aunque las siamesas tenían la cabeza unida y compartían el cráneo, sus personalidades eran distintas. Por ejemplo, Prefina era juguetona y activa, mientras que su hermana Ervina era más seria y silenciosa.
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