La Organización Panamericana de Salud (OPS) advirtió que Latinoamérica tendrá en junio un mes crucial para frenar el avance del coronavirus; luego de que la región se convirtiera en el nuevo epicentro de la pandemia del COVID-19.
Así lo aseguró el director del Departamento de Enfermedades Transmisibles de la OPS, Marcos Espinal, quien explicó que junio es un mes crítico para la región y en donde se evidenciará que los países que implementaron medidas de mitigación podrán manejar un poco mejor la sobrecarga de los sistemas de salud.
El experto recordó que en estos momentos países como Brasil, Chile o México están experimentando aumentos diarios de hasta el 4 % y 5 % de nuevos contagios.
Además, otros países como Bolivia o Venezuela también están aumentando sus cifras relativas de casos diarios, “una situación aún muy delicada”.
De esta forma, la Latinoamérica está enfrentando momentos cruciales para frenar la expansión del coronavirus en la región.
PROBLEMAS SOCIALES AGRAVAN LOS SANITARIOS
El funcionario de la OPS indicó que esta situación se complica por los problemas económicos de la región, con grandes bolsas de pobreza y muchos trabajadores informales sin cobertura de salud o medios para subsistir en un confinamiento.
En ese sentido, los graves y complejos problemas económicos que vive la región está llevando a algunos países a considerar desescaladas del confinamiento pese a que aún no se han reducido los contagios.
“Desde la OPS se ha recomendado que no es el tiempo para reabrir, pero cada país es soberano”, aseguró Espinal, quien indica que la organización entiende “que muchas personas sin trabajo fijo tienen que buscar el sustento de sus familias”.
De acuerdo con el experto, si los países deciden reabrir tienen que hacerlo de forma “paulatina y analítica”; por lo que lo más recomendable es que cada gobierno evalúe estas medidas con los responsables económicos y de finanzas junto a autoridades de salud pública y representantes de la sociedad civil.
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Espinal explicó que los países latinoamericanos por una parte contaron con algo más de tiempo que los europeos para iniciar medidas de prevención (distanciamiento social, campañas de concienciación); pero por otro lado muchas de sus redes de salud no están lo suficientemente financiadas para este tipo de emergencias.
“La OPS recomienda que los países inviertan como mínimo un seis por ciento del producto interno bruto en salud pública; pero la mayoría de ellos no llega a esa cifra”, lamentó Espinal; quien confía en que la pandemia ayude a los países de la zona a concienciarse mejor sobre esta necesidad.
En ese sentido, las decisiones que se tomen este mes y el nivel de propagación de la pandemia será crucial para frenar el coronavirus en Latinoamérica.
“La inversión debe ser en cantidad y calidad, durante años; porque no sólo se trata de enfrentar la COVID sino también otras enfermedades que van a venir en una región donde ya tuvimos el zika o la gripe H1N1”, recordó el experto.
DISTINTA SITUACIÓN EN CADA PAÍS
Brasil, con casi 700.000 casos y 37.000 muertes, es el segundo país del mundo más golpeado por el coronavirus; aunque en la región también preocupa en cifras absolutas la situación en Perú (casi 200.000 contagios) Chile (134.000) o México, con casi 120.000 infecciones.
Desde la OPS y la OMS se ha mostrado inquietud por Haití, con uno de los sistemas sanitarios más débiles de la región; o en Nicaragua, que según Espinal “estaba de facto intentando adoptar la inmunidad de grupo” que ya fracasó en países de Europa como Suecia o el Reino Unido.
En el otro lado de la balanza, algunos gobiernos de Latinoamérica asumieron relativamente pronto medidas de prevención; y en ese sentido Espinal puso como ejemplo los casos de Colombia y República Dominicana; aunque aseguró que incluso con máxima previsión era difícil tener cero infecciones en ningún país.
También resaltó el “excelente programa de testeo” de países como Chile o Uruguay (con 30.000 y 14.000 pruebas por cada millón de habitantes; respectivamente) o el buen uso de los equipos sanitarios móviles en Costa Rica para atender a las personas autoaisladas en sus casas.
Sobre la inicial actitud de algunos líderes políticos de la región como el presidente Jair Bolsonaro, que negaba la posibilidad de que llegara la pandemia a su país; el responsable de la OPS se mostró neutral y señaló que la organización “respeta todas las opiniones de los jefes de Estado”.
“Lo que sí pedimos es que el mensaje sea consistente, pues cuando los mensajes son inconsistentes la población se confunde”, aseguró Espinal.
VENEZUELA, ¿SALVADA EN LA PANDEMIA?
Sorprende en Latinoamérica la situación de Venezuela, que pese a las graves dificultades económicas que ya en anteriores años mostraron sus hospitales; parece haber sido uno de los países menos afectados por la pandemia en América Latina, con sólo 2.300 casos confirmados.
“Es un país al que ya había muy pocos vuelos antes de llegar la COVID”, explicó Espinal; quien sin embargo matizó que Venezuela está haciendo muchas pruebas rápidas de diagnóstico de la enfermedad “no muy confiables” y pocos tests moleculares; que son los recomendados por OMS y OPS.
De esta forma, Latinoamérica enfrenta un mes crucial para frenar el coronavirus en momentos en que varios países siguen con un aumento exponencial en el número de contagios.
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