El 29 de julio de 1981 se llevó a cabo la boda de Diana Spencer, Lady Di, y el príncipe Carlos como parte de su proceso para convertirse en los próximos reyes del Reino Unido, pero, ¿ese día fue tan feliz como pareció?
Aunque todos lucían estar muy felices, la realidad era otra. Todo indica que la historia de amor entre el príncipe Carlos y la princesa Diana estaba destinada a fracasar.
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Aunque 12 años de diferencia en un comienzo no fueron un problema, con el tiempo hizo dudar al príncipe del rol que tendría Lady Di en la realeza, ya que era vista por sus allegados como “una niña”.
De la misma manera, Sarah Spencer, hermana de Diana, tenía dudas sobre su relación, pese a ser la persona que los presentó. También hay que recordar que tuvo un rápido romance con Carlos, pero no se entendieron.
Boda con Lady Di: ¿Amor o compromiso?
Pese a las advertencias de las personas más cercanas a ellos de que casarse podría ser el mayor fracaso de sus vidas, ellos siguieron adelante con sus planes.
Todo parecía ir por buen camino, pero días antes de la gran boda Lady Di fue vista llorando en medio de un evento público, lo que se atribuyó a una pelea entre la pareja que, al parecer, pensó en detener la boda.
Sin embargo, esto nunca se aclaró y también se habló que se trataría de una reacción al estrés que pasaba ella por todos los preparativos de la boda.
Recordando su papel en la monarquía, el matrimonio se realizó como todos lo esperaban, pero esto fue solo el inicio de años de dolor y ataques mutuos.
Fin del matrimonio entre Carlos y Lady Di
En 1992, decidieron separarse y salieron a la luz acusaciones de infidelidad hacia el heredero al trono, lo que explicaba su incomodidad en entrevistas cuando le preguntaban sobre sus sentimientos hacia la princesa.
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También volvió a la memoria de los medios el día en el que anunciaron su compromiso y Carlos lucía muy serio y cortante con ella y los periodistas.
Finalmente, en 1996 se divorciaron y con los años, Carlos se casó con Camilla Parker quien es considerada como su verdadero amor.
Por su parte, Diana quedó inmortalizada como la ‘princesa del pueblo’ tras morir en un accidente de tránsito en Francia.
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