El Palacio de Buckingham reveló a través de un comunicado que la reina Isabel II está “entristecida” por las dificultades que expresaron el príncipe Harry y su esposa Meghan en una entrevista, por lo que les envió un mensaje de apoyo.
“Toda la familia se entristece al conocer lo difícil que han sido los últimos años para Harry y Meghan”, reseña la misiva que fue emitida en nombre de la soberana, subrayando que la pareja y su hijo Archie “serán siempre miembros muy queridos de la familia”.
La carta también asegura que las acusaciones de racismo formuladas por el príncipe Harry y su esposa Meghan son “preocupantes” y se tomarán “muy en serio”.
“Las cuestiones planteadas, en particular la de la raza, son preocupantes. Aunque algunos recuerdos pueden variar, se toman muy en serio y serán tratadas por la familia en privado”, indica la misiva de la reina Isabel II.
Este pronunciamiento se conoce luego de la explosiva entrevista que dieron los duques de Sussex, Harry y Meghan a la periodista estadounidense Oprah Winfrey.
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Los medios británicos han asegurado que ésta será la única reacción oficial procedente del Palacio de Buckingham a las palabras emitidas por los duques de Sussex.
El Gobierno británico ha permanecido en silencio al respecto de las acusaciones en la entrevista, aunque la oposición laborista ha pedido una investigación sobre las “graves” denuncias de racismo en el seno de la Casa de los Windsor.
Según la prensa británica, la soberana de 94 años mantuvo “conversaciones de crisis” con su hijo y heredero al trono, Carlos de 72 años, y su nieto y segundo en la línea sucesoria, William, de 38 años, antes de reaccionar a esta entrevista.
Crisis en la institución monárquica
En la entrevista con Oprah Winfrey, vista por 11 millones de personas en el Reino Unido y 17 millones en Estados Unidos, Meghan y Harry afirmaron que algún miembro de la familia -que no fueron ni la reina Isabel II ni su esposo Felipe- se había mostrado “preocupado” por el color de piel de tendría su hijo Archie, ya que la madre de Meghan es negra.
Esta acusación puede resultar muy dañina para la monarquía, en un país donde la fuerza del movimiento Black Lives Matter llevó a revisar muchos aspectos de la historia colonial y su relación con la trata de esclavos.
Espero que fuese “sólo una pregunta tonta”, afirmó el martes el padre de Meghan, Thomas Markle, un premiado exdirector de iluminación estadounidense, de 76 años y afincado en la localidad mexicana de Rosarito.
“No creo que la familia real británica sea racista en absoluto”, dijo en una entrevista con el canal británico ITV pero admitió no conocer a ningún miembro de la realeza, ni siquiera a su yerno Harry ni a su nieto Archie, de casi dos años.
Meghan se distanció de él antes de su boda en mayo de 2018, a la que Markle no pudo asistir por problemas de salud. Su hija dijo haberse sentido “traicionada” cuando descubrió que Thomas estaba alimentando a la prensa sensacionalista posando para los paparazzi en México y hablado sobre ella en entrevistas.
Lo cierto es que las declaraciones del príncipe Harry y su esposa Meghan escriben una nueva página en la historia de la monarquía británica, la cual ha sido marcada por varios escándalos.
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