La pandemia del coronavirus superó los 40 millones de contagios en medio de un escenario en donde el COVID-19 parece no dar tregua en el mundo ante una segunda oleada de casos que ha encendido nuevamente las alarmas.
La Universidad Johns Hopkins, que recopila datos oficiales, reveló que el mundo llegó a 40.1 millones de casos en la mañana del 19 de octubre y ya suma 1.1 millones de muertes por el COVID-19.
Los expertos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han resaltado que la cifra real de contagios es mucho mayor, ya que los controles diagnósticos se han hecho de forma irregular, muchas personas infectadas no han tenido síntomas y algunos gobiernos han ocultado el número real de casos.
Precisamente, desde el inicio de la pandemia del COVID-19 la OMS ha estimado que aproximadamente el 10 % de la población (780 millones de personas) ya habría contraído el coronavirus.
Estados Unidos, India y Brasil son los países más afectados en el mundo por el COVID-19, pero en las últimas semanas el número de contagios ha aumentado especialmente por Europa, en donde se viene registrando la segunda oleada de contagios en varios países de este continente.
De acuerdo con las estadísticas, en la última semana se registraron más de 2,5 millones de nuevas infecciones, una cifra inédita desde el inicio de la pandemia. Además, Europa habría aportado unos 700.000 casos especialmente por el nivel de contagio que viene registrando países como Reino Unido, Francia, Rusia y España.
Restricciones en Europa
Los países en Europa han tenido que tomar nuevas medidas y restricciones para tratar de contener el nivel de contagios del COVID-19 y evitar un colapso de los sistemas de salud.
La OMS aseguró que las medidas son “absolutamente esenciales” como los nuevos requisitos sobre mascarillas en Italia y Suiza, el cierre restaurantes y bares en Irlanda del Norte y Bélgica, el toque de queda nocturno en Francia y cuarentenas localizadas en zonas del Reino Unido para evitar que los hospitales se vieran sobrepasados.
La organización advirtió que varias ciudades europeas podrían ver pronto colapsadas sus unidades de cuidados intensivos, por eso le han pedido a los gobiernos y ciudadanos que tomen todas las medidas necesarias para frenar los contagios, como reforzar los programas de pruebas diagnósticas y el rastreo de contactos, el uso de mascarillas y aplicar las medidas de distanciamiento social.
En medio de este escenario, algunos investigadores han propuesto que se deje circular libremente el COVID-19 en la población para conseguir una inmunidad de rebaño con el objetivo de evitar las cuarentenas restrictivas, las cuales han generado un fuerte impacto en las economías.
Ver más: La OMS rechaza que se deje circular el COVID-19 para buscar una inmunidad colectiva
Sin embargo, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, rechazó que la inmunidad de rebaño pueda ser una estrategia viable, afirmando que esa clase de protección debe alcanzarse por vacunación y no exponiendo a la población a un virus del que todavía falta mucho por conocer.
“Permitir que un virus peligroso que no comprendemos por completo circule libre simplemente no es ético”, manifestó Adhanom frente a un fuerte debate que ha suscitado esta posibilidad.
Las expectativas del mundo están puestas en los resultados que se podrían tener en las próximas semanas sobre los ensayos clínicos de las vacunas en materia de seguridad y eficacia, lo cual podría ser una solución frente a la pandemia.
Sin embargo, la OMS reconoció que es posible que la primera generación de vacunas contra el coronavirus no ofrezca una protección completa, por lo que se estima que para controlar la pandemia del COVID-19 podría llevar hasta dos años.
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