La Organización Mundial de la Salud (OMS) examinará las muestras y datos médicos recolectados en China como parte de una investigación que busca establecer el origen del COVID-19 y cómo se transmitió de los animales a las personas.
Así lo reveló el científico alemán Fabian Leendertz que participa en una comisión que busca establecer el origen del virus que provocó la pandemia que todavía azota al planeta.
La incertidumbre sobre el origen del COVID-19 ha desatado teorías conspirativas y controversias políticas, particularmente entre el gobierno del presidente de EE.UU. Donald Trump y China.
La mayoría de los expertos creen que el virus, conocido como SARS-CoV-2, tiene su origen en los animales en China, probablemente murciélagos, por lo que la OMS decidió crear un panel de 10 expertos para investigar este tema.
En ese sentido, los investigadores buscan recolectar la mayor cantidad de datos no solo para establecer el origen del COVID-19 sino también para que la humanidad este preparada en caso de una nueva pandemia en el futuro.
“En realidad no se trata de buscar culpables. Lo importante es tratar de entender qué ocurrió y ver si con base en esos datos podemos reducir el riesgo para el futuro”, indicó Leendertz, científico del Instituto Robert Koch de Alemania.
En entrevista con The Associated Press, Leendertz reveló que la comisión ya empezó a realizar gestiones con funcionarios chinos y espera poder viajar al país asiático a principios de enero.
De esta forma, es probable que la comisión viaje primero a la ciudad de Wuhan, donde estalló el brote del coronavirus, aunque el cronograma no se ha definido.
Precisamente, Leendertz ya había participado en una misión científica para investigar el origen del ébola en África occidental.
“Aunque me encantaría participar en una misión como si fuera Indiana Jones, se trata más bien de una colaboración en equipo con nuestros colegas chinos para tratar de identificar los próximos pasos a seguir”, resaltó el experto.
Una de las dificultades es que los enfermos de coronavirus pueden exhibir una amplia gama de síntomas, algunos parecidos a la gripe común, o incluso pueden no tener síntoma alguno. Esto hace que la investigación sea más difícil que la del ébola, cuyos síntomas son más particulares.
Además, otro de los aspectos clave es determinar cuáles fueron los vectores para que el COVID-19 se convirtiera en un virus pandémico.
“Todo indica que el origen del virus se halla en el murciélago, que es como un gran depósito de coronavirus, agrega. Pero es poco probable que este lo pasara directamente al hombre, por lo que queda por determinar cuál fue el animal intermediario”, explicó Etienne Simon-Lorière, responsable de la unidad de genómica evolutiva de los virus de ARN en el Instituto Pasteur de París, que no participa de la comisión.
Los análisis genéticos apuntan al pangolín, pero por ahora la OMS trata de verificar estas sospechas, a la vez que investiga otras especies de animales vendidas en el mercado de Huanan en Wuhan, de donde proceden los primeros casos.
Finalmente, el científico resaltó que el equipo de la OMS examinará muestras recolectadas antes de la aparición del primer caso de coronavirus, con el objetivo de determinar si el virus existía antes pero no fue detectado.
“Y a partir de ahí veremos a dónde fue el virus, quizás fue a otra ciudad o quizás se quedó en Wuhan, ya veremos a dónde fue”, manifestó Leendertz.
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