La explosión del puerto de Beirut (Líbano) en agosto de 2020 conmocionó al mundo no solo por las víctimas mortales sino por la gran magnitud de la onda expansiva que dejó una gran de destrucción en esta ciudad.
Desde entonces, varias universidades han venido realizando estudios para entender los impactos que tuvo este hecho, el cual ha sido catalogado como una de las mayores explosiones no nucleares de la historia del planeta.
Un equipo de científicos de la Universidad de Hokkaido (Japón) han logrado establecer a través de una investigación que la potencia de esta explosión provocó unas perturbaciones de electrones en lo alto de la atmósfera superior de la Tierra.
De acuerdo con los informes, las más de 2.750 toneladas de nitrato de amonio que explotaron estaban almacenadas de forma irregular, provocando la muerte de unas 200 personas y dejando a más de 300.000 familias sin hogar.
En ese sentido, los científicos calcularon los cambios en el contenido total de electrones en la ionósfera de la Tierra, la cual es la parte de la atmósfera que se encuentra entre los 50 y 965 kilómetros de altitud.
Los investigadores resaltaron que los eventos naturales como la radiación ultravioleta extrema y las tormentas geomagnéticas, así como las actividades creadas por el hombre como las pruebas nucleares, pueden causar perturbaciones en el contenido de electrones de la ionósfera .
“Descubrimos que la explosión generó una onda que viajó en la ionósfera en una dirección hacia el sur a una velocidad de alrededor de 0,8 kilómetros por segundo”, explicó Kosuke Heki, científico planetario y terrestre de la Universidad de Hokkaido.
De acuerdo con el experto, calcular los cambios en el contenido de electrones ionosféricos permitieron determinar las diferencias en los retrasos experimentados por las señales de microondas transmitidas por los satélites GPS a sus estaciones terrestres.
Los científicos también compararon la magnitud de la onda ionosférica generada por la explosión de Beirut con ondas similares después de eventos naturales y causados por la humanidad.
Tras analizar estos datos descubrieron que la onda generada por la explosión de Beirut era un poco más grande que una onda de la erupción del volcán Asama en 2004 en el centro de Japón, y comparable a las que siguieron a otras erupciones recientes en las islas japonesas.
Precisamente, el estudio publicado en la revista Scientific Reports reseña que las primeras perturbaciones de la ionósfera causadas por eventos explosivos se detectaron en 1958, cuando se realizaron unas pruebas nucleares en la isla Johnston en medio del océano Pacífico.
Asimismo, estos impactos también se detectaron en las ondas atmosféricas durante una serie de pruebas nucleares realizadas por la Unión Soviética en 1961, pero este tipo de pruebas extensivas fueron prohibidas en 1963 y por eso se cree que la explosión de Beirut podría “dejar huellas significativas” en la ionósfera .
“La explosión de Beirut fue equivalente a una explosión de 1,1 kilotones de TNT, mientras que la explosión más enérgica de una mina de carbón en Wyoming (EE.UU.) fue equivalente a 1,5 kilotones de TNT”, explicaron los investigadores.
Los expertos plantean que, a pesar de estas diferencias, la perturbación en el contenido de electrones de la explosión de la mina de Wyoming fue solo una décima parte de la causada por la explosión de Beirut ya que la primera estaba protegida por un pozo.
De hecho, otro estudio realizado por la Universidad de Sheffield pudo establecer que este evento ha sido uno de las mayores explosiones no nucleares de la historia del planeta, liberando suficiente energía en cuestión de milisegundos para alimentar más de 100 hogares durante un año.
Así lo pudo establecer un equipo de expertos del Grupo de Investigación de Ingeniería de Impacto y Explosión al analizar los videos de la explosión publicados en las redes sociales con el objetivo de estimar el poder de la onda explosiva que se extendió por la ciudad libanesa.
De acuerdo con los análisis, el tamaño de la explosión fue el equivalente a entre 500 y 1.100 toneladas de TNT, es decir alrededor de 1/20 del tamaño de la bomba atómica que se utilizó en Hiroshima el 6 de agosto de 1945.
La explosión también liberó, en cuestión de milisegundos, el equivalente a alrededor de 1GWh de energía, siendo igual a la energía por hora generada por tres millones de paneles solares o 400 turbinas eólicas.
Infórmate minuto a minuto sobre esta y otras noticias del mundo en nuestras redes sociales