Tras el sismo que sacudió el oeste de Turquía y Grecia, cientos de rescatistas concentran sus esfuerzos para encontrar sobrevivientes entre los escombros de los edificios derrumbados.
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Según informaron medios locales, en Bayrakli, en la provincia turca de Esmirna, Turquía, varios socorristas intentaron durante toda la noche abrirse paso a través de las ruinas de hormigón y acero de un edificio de viviendas que colapsó tras el sismo.
Los cuerpos sin vida son colocados dentro de una bolsa mortuoria negra y posteriormente son trasladados para ser identificados entre la lista de desaparecidos.
El sismo de Turquía y Grecia
El sismo se produjo el viernes en la tarde en el mar Egeo, al suroeste de Esmirna, la tercera mayor ciudad de Turquía, y cerca de la isla griega de Samos.
El terremoto, cuya magnitud fue de 7 según el Instituto Geofísico de Estados Unidos, fue tan fuerte que alcanzó a sentirse en Estambul y Atenas. Sin mencionar que provocó un mini tsunami que inundó las calles de Seferihisar.
Debido a la catástrofe, los gobiernos de Turquía y Grecia dejaron de lado sus disputas diplomáticas para concentrarse en el rescate de los heridos.
Sobrevivientes
Tras el terremoto, un centenar de personas han sido rescatadas con vida entre los escombros, según informó Murat Kurum, el ministro turco de Medio Ambiente. Incluidas dos mujeres que fueron rescatadas después de 17 horas de ocurrida la tragedia.
El en distrito de Bayrakli, Turquía, las autoridades instalaron tiendas para que las familias afectadas pudieran pasar la noche.
Nermin Yeni, de 56 años, se encontraba en su casa cocinando cuando la tierra tembló. “Me precipité al exterior, y después me derrumbé”, relata, delante de la tienda en la que ha pasado la noche.
Otros, con menos suerte, durmieron en sacos de dormir sobre un césped, y algunos en sus coches.
En el barrio, los rescatistas reclamaban a veces silencio, con la esperanza de oír a posibles supervivientes, antes de continuar su búsqueda.
Muchos residentes, cuyas viviendas resistieron al temblor, decidieron igualmente quedarse fuera. El miedo a las réplicas es enorme: desde el sismo principal el viernes, la tierra tembló cerca de 500 veces, según las autoridades.
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Más de 6.000 efectivos de rescate fueron movilizados en la región afectada, según la presidencia turca.
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