Katya Dyachenko, la gimnasta ucraniana de 11 años que murió en un ataque en Mariúpol

La menor Katya Dyachenko estaba en su casa de Mariúpol cuando el edificio fue impactado por un misil ruso lo que no le permitió salir ilesa. Una de las preguntas que más se han hecho quienes siguen la guerra entre Rusia y Ucrania es por qué son los niños quienes sufren más en un conflicto de esta magnitud.

Los ataques que han lanzado las fuerzas invasoras rusas hacia Mariúpol, una de las ciudades ucranianas que más ha sido asediada desde que comenzó el conflicto el 24 de febrero, ha acabado con la vida de una joven gimnasta.

Katya Dyachenko, de 11 años de edad, murió cuando estaba dentro de su vivienda y su hogar recibió un proyectil que también la alcanzó a ella.

La información ha sido confirmada por la diputada ucraniana, Anna Purtova, quien aseguró a través de su cuenta en Twitter que la niña murió bajo los escombros de su vivienda.

“Podría haber tenido un futuro brillante por delante como joven campeona de Ucrania. Pero en un segundo ella simplemente se ha ido”, lamentó la parlamentaria en su cuenta de Twitter con una imagen de la niña.

La noticia fue confirmada por la entrenadora de Katya, Anastasia Meshchanenkov: “Tenía que conquistar el mundo, pero ha muerto enterrada en escombros. Tenía que conquistar el escenario y regalar sonrisas al mundo. ¿De qué tienen la culpa los niños?” cuestionó la mujer, según citó el diario español El Mundo en su portal web.

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De acuerdo con información oficial del Gobierno de Ucrania, al menos 136 niños han muerto en este conflicto que ha cumplido un mes.

Otros 199 niños han resultado heridos en estos combates donde a cada hora se cruzan por sus pequeños rostros el fuego de quien es considerado el enemigo.

Los ataques que ha sufrido Mariúpol da señales de la fuerza que ha tenido Moscú para arrasar con todo lo que consigue en su camino para hacerse con el control de Ucrania. Las imágenes que publican las agencias de noticia dan muestra del horror que vive el país en más de dos semanas de ataques a la población.

Asimismo más de 1.500 edificios han terminado en ruinas, más de 30 hospitales y 200 escuelas, según autoridades locales de Ucrania.

Decenas de muertos han sido apiñados en fosas comunes tras el asedio de las fuerzas represoras. Más de 1.300 civiles han caído muertos en los bombardeos lanzados en Mariúpol, sin embargo, la cifra no ha sido posible de verificar en medio del caos y los escombros que también yacen en la ciudad.

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