La historia de vida de Karen Northshield pareciera sacada de una película, ya que tras sobrevivir a un ataque en 2016 tuvo que enfrentarse a una ‘superbacteria’ para salvar su vida.
Así lo reveló un equipo de científicos al contar la forma como lograron combatir esta infección que era resistente a todos los medicamentos y amenazaba con quitarle la vida a esta mujer de Bélgica.
Todo empezó el 12 de marzo de 2016 cuando Karen se encontraba en el aeropuerto de Bruselas, en donde esperaba abordar un vuelo hacia Estados Unidos para visitar a un familiar.
Ese día un grupo perpetró un ataque con bombas en el que murieron 35 personas y 340 más resultaron heridas, entre las que se encontraba ella.
Las explosiones le provocaron graves lesiones en su cuerpo y sufrió varios ataques cardiacos sucesivos, por lo que su corazón hacía un esfuerzo por seguir latiendo.
A pesar de su grave condición, los médicos lograron estabilizarla, sin pensar que esta paciente se quedaría por años internada en el hospital luego de que adquiriera una fuerte bacteria resistente a los antibióticos.
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El diario El País reseñó su historia explicando que luego de varios estudios se pudo establecer que la bacteria de la especie Klebsiella neumoniae había infectado su muslo izquierdo y no respondía a ninguno de los tratamientos.
“Los médicos se dieron cuenta de que aquel microbio podría ser más peligroso para la vida de Northshield que la bomba que casi la mata”, indicó El País.
Es tan peligrosa esta bacteria, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la tiene clasificada como una de las seis especies de microbios resistentes a los antibióticos que representan una mayor amenaza para la salud global.
Precisamente, debido a las heridas y la infección los médicos tuvieron que practicarle varias cirugías en las que varios de sus órganos se vieron comprometidos o afectados.
El virus que le salvó la vida
Los investigadores buscaron la manera de combatir esta bacteria tras agotar todas las posibilidades y decidieron usar un tratamiento experimental utilizando unos virus (fagos) para eliminar y controlar la infección.
Tras varios análisis, el caso de esta mujer congregó a un equipo multidisciplinario de científicos para encontrar al virus más adecuado que pudiera “comerse” por completo a esta bacteria.
Lo que no se esperaba era que después de hacer varias pruebas, el microbio más viable se encontraría en el agua de una alcantarilla, por lo que procedieron a realizar las pruebas en un laboratorio para preparar este virus.
Los médicos prepararon a Northshield para esta terapia experimental en la que le administraron estos virus directamente en las zonas que tenía infectadas.
Los resultados fueron muy prometedores ya que el microbio logró eliminar la infección de esta superbacteria, por lo que los especialistas empezaron a administrarle estos fagos (virus) en conjunto con antibióticos.
A los pocos meses, la salud de Karen había mejorado considerablemente ya que sus heridas habían cicatrizado y ya no tenía rastro de esta letal bacteria en su cuerpo.
Los investigadores reportaron en un artículo en la revista Nature que esta terapia experimental de fagos (microbios) y antibióticos logró eliminar por completo la infección de esta paciente, por lo que este tratamiento sería crucial para combatir la aparición de bacterias resistentes a los medicamentos.
Finalmente, esta mujer ha podido retomar su vida luego de luchar contra esta bacteria y ha escrito un libro en el que recopila su historia de vida, la cual le ha dado la vuelta al mundo por la forma como los científicos utilizaron unos virus para salvarle la vida.
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