El mundo lidera una lucha contrarreloj para tener la vacuna contra el coronavirus, en donde China, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) trabajan para tener la patente y primicia de un fármaco que permita combatir el COVID- 19; el cual ya deja más de 8.000 personas muertas en el mundo.
El primero en conseguir una vacuna eficaz que ponga fin a este enorme desafío sanitario, social y económico logrará el reconocimiento mundial, pero también una valiosísima patente.
De esta forma, el mundo científico se ha empezado a notar en la Oficina Europea de Patentes (EPO, en sus siglas en inglés), donde ya han llegado las primeras solicitudes de patentes de medicamentos contra el coronavirus.
El portavoz de la EPO, Luis Berenguer, aseguró que aún son “muy pocas” y “secretas” las solicitudes que se han presentado.
De acuerdo con el funcionario, las patentes para los virus de la familia “corona” se vienen solicitando desde los años 90 del siglo XX; entonces con una finalidad veterinaria; y que hubo repuntes en 2003 y en 2014 de este tipo de solicitudes por las crisis de la gripe aviar y de la asiática.
DUELO DE GIGANTES
El Ministerio de Defensa de China anunció este martes haber desarrollado “con éxito” una vacuna contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y ha autorizado las pruebas en humanos, aunque no precisó cuándo comenzarían tales ensayos.
La vacuna está preparada para llevar a cabo “una producción a gran escala, segura y efectiva”, aseguró la epidemióloga Chen Wei; líder del equipo de investigación de la Academia Militar de Investigación Médica, dependiente de la Academia Militar de Ciencias, que ha desarrollado el medicamento.
Pero no es la única; ya que varias instituciones chinas anunciaron que pondrán en marcha en abril ensayos clínicos para comprobar la eficacia de varias vacunas que el país está desarrollando contra el virus.
Estos anuncios se produjeron justo un día después de que expertos en Estados Unidos iniciaran pruebas en humanos de otra vacuna contra el coronavirus. La primera dosis se administró a uno de los 45 voluntarios; todos ellos adultos sanos de entre 18 y 55 años de edad, que tomarán parte en este experimento a lo largo de seis semanas.
Ver más: EE.UU. inició pruebas de una vacuna para el coronavirus en humanos
La vacuna se denomina RNA-1273 y ha sido desarrollada por científicos del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID) y de la compañía de biotecnología Moderna, informaron los Institutos Nacionales de Salud (NIH, en inglés), que destacaron que el proyecto de inoculación frente al coronavirus ha tenido resultados prometedores en modelos animales.
LA UE ESPERA TENERLA ESTE OTOÑO
“En otoño podría ser posible tener una vacuna para el coronavirus”, dijo la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula Von der Leyen en la noche del martes tras la cumbre virtual de líderes europeos.
Ochenta millones de euros es el apoyo financiero que ofreció este lunes la Comisión Europea (CE) al laboratorio alemán CureVac; tras hacerse público que Estados Unidos estaba intentando hacerse con el derecho exclusivo de una potencial vacuna contra el coronavirus de esta empresa.
El objetivo de la ayuda económica es profundizar en el desarrollo y la producción de una vacuna contra el COVID-19 que beneficie “a todos, en Europa y más allá”; en palabras de Von der Leyen.
El laboratorio confía en su capacidad para desarrollar una vacuna en el plazo de unos meses y espera comenzar con los ensayos clínicos a principios de este verano.
Para promover la investigación; los líderes de la UE urgieron además compartir información para poder “desarrollar una vacuna que esté disponible para todos los que la necesiten”, indicó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
“Invitamos a los Estados miembros a apoyar a las empresas europeas en ese sentido”, agregó Michel.
Y “el dinero no debe ser un impedimento para hacer todo lo posible para controlar esta epidemia”, dijo, por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien ha destinado una partida de 30 millones de euros destinada a laboratorios españoles que investigan la vacuna contra el coronavirus SARS-CoV2.