Un nuevo informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la organización Pure Earth evidenció que una tercera parte de los niños del mundo estarían envenenados por altos niveles de plomo en su sangre.
De acuerdo con el documento, uno de cada tres niños, unos 800 millones en todo el mundo, tienen niveles de plomo en la sangre de cinco microgramos por decilitro, siendo una cantidad peligrosa para la salud.
La directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, explicó que el plomo es una potente neurotoxina que provoca daños irreparables al cerebro de los niños y es muy peligrosa, especialmente para los bebés y niños menores de cinco años.
“Con pocos síntomas tempranos, el plomo causa estragos silenciosamente en la salud y el desarrollo de los niños, con posibles consecuencias fatales. Saber cuán extendida es la contaminación por plomo debe inspirar acciones urgentes para proteger a los niños de una vez por todas”, afirmó Fore.
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Por ejemplo, el informe establece que durante 2018 se perdió el equivalente a 8,9 millones de puntos de coeficiente intelectual entre los niños en México por la exposición a este metal pesado, el cual se encuentra en el agua, pinturas y cerámicas.
La exposición al plomo en niños también se ha relacionado con problemas de salud mental y de comportamiento, así como con un aumento de la delincuencia y la violencia en los países.
Asimismo, los niños mayores sufren graves consecuencias, incluido un riesgo más elevado de daño renal y enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.
“Se estima que la exposición al plomo en la infancia cuesta a los países de ingresos bajos y medios casi un billón de dólares debido a la pérdida del potencial económico de estos niños a lo largo de su vida”, explicó la UNICEF.
Las principales causas
El informe de la UNICEF reseña que unas de las principales causas de la contaminación por plomo se da por el reciclaje informal y de baja calidad de las baterías de plomo-ácido, siendo uno de los principales contribuyentes al envenenamiento en niños que viven en países de ingresos bajos y medios.
En ese sentido, se ha podido identificar que la compra de baterías y su mala disposición, así como la falta de regulación ha provocado que solo el 50 % de estos productos sean reciclados pero de forma peligrosa sin saber que el plomo es un neurotoxina que representa un riesgo para la salud.
“Los trabajadores en estas operaciones de reciclaje, a menudo ilegales, rompen cajas de baterías abiertas, derraman ácido y polvo de plomo en el suelo y huelen el plomo recuperado en hornos crudos al aire libre que emiten humos tóxicos que envenenan a las comunidades cercanas”, explica el informe.
Asimismo, también se ha identificado que otras fuentes de exposición están relacionadas con el agua contaminada por tuberías con plomo, las operaciones mineras y la contaminación de personas que trabaja con industrias que utilizan este químico.
Sin embargo, una de las preocupaciones más importantes están relacionadas con la presencia de este químico en en latas de alimentos, cosméticos, medicinas, juguetes y otros productos de consumo dentro de las poblaciones.
Finalmente, el informe establece que los países, especialmente de bajos y medianos recursos, deben mejorar sus sistemas de reciclaje y regulación el uso del plomo para evitar que la población siga expuesta a niveles de contaminación de este químico tóxico para la salud.
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