La aparición de una nueva pandemia en el mundo puso a la humanidad contra la pared evidenciando las falencias de los sistemas sanitarios que aún tienen muchos países y generando un impacto económico sin precedentes en la historia reciente.
Ante este escenario y tras cumplir más de un año con el COVID-19, una decena de países en el mundo en conjunto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) han propuesto firmar un Tratado Internacional sobre las Pandemias con el objetivo de estar preparados para enfrentar futuras crisis sanitarias de alcance global.
“El mundo no puede permitirse esperar a que termine la pandemia para comenzar a prepararse para la próxima… Tenemos que evitar el ‘sálvese quien pueda’ mostrado durante la pandemia del COVID-19”, aseguró Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
De acuerdo con el director, si el mundo no cuenta con una estrategia internacional y coordinada “seguiremos siendo vulnerables” a este tipo de escenarios, por lo que se espera que en la próxima reunión anual de los 194 países miembros de la OMS se aborde este posible tratado de pandemias.
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Esta propuesta se da en momentos en que muchos países luchan por contener la pandemia y en donde se ha hecho evidente la gran desigualdad en el acceso a las vacunas entre países ricos y pobres.
Precisamente, la crisis sanitaria mundial no ha generado una ola de solidaridad sino que parece haber aumentado las tensiones y la desigualdad, sobre todo en lo que respecta a las vacunas.
Un informe evidenció que un 53% de las 565 millones de dosis que habían sido administradas en el mundo se han inyectado en países con ingresos altos, mientras que los más pobres solo han recibido un 0,1% de las dosis.
Además, la mayoría de las dosis se pusieron en apenas 10 naciones y el 28% de las vacunas fueron concentradas en un solo país.
“Estamos convencidos de que es nuestra responsabilidad, como líderes de naciones e instituciones internacionales, asegurar que el mundo aprenda las lecciones de la pandemia del COVID-19”, señalaron los líderes que han propuesto este tratado internacional.
La iniciativa de alcance global
La propuesta de este tratado fue presentada en una carta firmada por los dirigentes de países de los cinco continentes, entre ellos el de Chile, Sebastián Piñera, el costarricense Carlos Alvarado, el español Pedro Sánchez, el francés Emmanuel Macron, la alemana Angela Merkel, el británico Boris Johnson, el surcoreano Moon Jae-in, el sudafricano Cyril Ramaphosa o el indonesio Joko Widodo.
“Habrán otras pandemias y otras grandes emergencias de salud, y ningún gobierno u organismo multilateral podrá hacer frente por sí solo a esta amenaza. La cuestión no es si las habrá, sino cuándo”, reseña la carta.
La misiva también hace un llamado a la “solidaridad” y un mayor “compromiso social” ya que no ha habido indicios de que algún país cambiará su enfoque en respuesta a esta pandemia.
“Juntos, debemos estar mejor preparados para predecir, prevenir, detectar, evaluar y responder eficazmente a las pandemias de forma sumamente coordinada. La pandemia del COVID-19 ha sido un duro y doloroso recordatorio de que nadie está a salvo hasta que todo el mundo lo esté”, reseñaron.
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Sin embargo, los dirigentes de países clave del G20 (Estados Unidos, Rusia, China, Japón, India y Brasil) no figuran entre los firmantes de la misiva, aunque la OMS indicó que Pekín y Washington habían mostrado señales positivas al respecto.
“En un momento en que el COVID-19 ha explotado nuestras debilidades y divisiones, debemos aprovechar esta oportunidad y unirnos como comunidad mundial para entablar una cooperación pacífica que se extienda más allá de esta crisis”, señala este texto.
El proyecto de tratado podría basarse en el “Reglamento sanitario internacional”, un instrumento jurídico adoptado en 2005 por los países miembros de la OMS.
En ese sentido, este tratado sobre pandemias regularía la declaración de una urgencia sanitaria de alcance internacional, el nivel de alerta más alto existente actualmente.
Sin embargo, numerosas voces se han alzado para poner en entredicho su eficacia al asegurar que este sistema no impidió la actual crisis generada por el COVID-19.
Asimismo, el tratado también estaría enfocado en determinar los parámetros para compartir información y tecnologías y productos, entre ellos las vacunas, para responder a una futura pandemia, uno de los problemas que enfrenta el mundo en la actualidad.
Los países y líderes firmantes aseguran que es crucial reforzar la “resiliencia” ante las pandemias y esto supone “consolidar fuertemente la cooperación internacional para mejorar los sistemas de alerta, compartir las informaciones, la investigación, así como la producción y las distribución” de vacunas, medicamentos, productos de diagnóstico y equipos de protección.
En este sentido, los dirigentes se comprometieron a garantizar el acceso universal y equitativo a vacunas, medicamentos y pruebas diagnósticas seguros, eficaces y asequibles para hacer frente a esta pandemia y a otras futuras.
“La inmunización es un bien público mundial y tendremos que ser capaces de desarrollar, fabricar y desplegar vacunas lo más rápidamente posible”, concluyen los firmantes.
La comunidad científica ha alertado que los efectos del cambio climático y la relación con la naturaleza ha hecho que la humanidad esté más expuesta a virus con un alto potencial de convertirse en pandemias en el futuro.
La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) ha estimado que el 60 % de las enfermedades infecciosas humanas son zoonóticas, es decir, se encuentran en primer lugar en otro animal.
De acuerdo con los expertos, un 70 % de las enfermedades emergentes como el ébola, el zika o la encefalitis de Nipah y casi todas las pandemias conocidas, como la influenza y el VIH / SIDA, tienen un origen zoonótico.
Es decir, que todas estas enfermedades han sido causadas por microbios de origen animal que fueron transmitidos a los humanos a través de nuestro contacto con la vida silvestre o el ganado.
Entre los agentes patógenos responsables de estas enfermedades, uno de cada seis sería un virus, un tercio una bacteria y otro tercio parásitos. El 10% son hongos microscópicos.
Por su parte, un equipo de científicos presentó un informe en el que advierten que la humanidad podría estar expuesta a entre 540.000 y 850.000 virus desconocidos de origen animal que tendrían la capacidad de provocar nuevas pandemias como la del COVID-19.
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