La incesante amenaza del coronavirus con el incremento de casos, especialmente por las nuevas variantes, ha llevado a varios países a reforzar las restricciones en sus fronteras ante un temor de que se presente un incremento del nivel de contagio.
Estados Unidos se sumó a Francia, Israel y Suecia para limitar ciertas llegadas, respondiendo a la preocupación por las nuevas cepas del virus originadas en el Reino Unido y Sudáfrica.
“Nos toca demostrar que somos cívicos”, indicó el español Claudio Barraza a su llegada al principal aeropuerto internacional de París, tras la entrada en vigor de nuevas normas de test para las llegadas de la UE.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador se convirtió en la figura pública más reciente en dar positivo por la enfermedad y ha recibido críticas por ser reacio a utilizar tapabocas y el comportamiento del coronavirus en el país.
Desde que apareció a finales de 2019, el COVID-19 ha provocado la muerte de más de 2,1 millones de personas y se aproxima a a los 100 millones de infectados.
Por regiones, las dos más afectadas son Europa, con 699.965 fallecidos y 32.075.371 contagios y América Latina y el Caribe con 573.797 muertos y 18.210.181 casos de coronavirus.
Estados Unidos
El presidente de EE.UU. Joe Biden, volverá a imponer la prohibición de entrada a la mayoría de ciudadanos no estadounidenses que hayan estado en el Reino Unido, Brasil, Irlanda y gran parte de Europa, así como Sudáfrica.
El mandatario endureció la semana pasada las normas de uso de mascarillas y ordenó cuarentena y pruebas negativas para las personas que vuelan al país, que este domingo superó los 25 millones de casos.
De esta forma, el nuevo presidente da marcha atrás a la medida tomada por su predecesor Donald Trump dos días antes de dejar la Casa Blanca, debido a que “con el empeoramiento de la pandemia y el surgimiento de variantes más contagiosas en todo el mundo, este no es el mejor momento de levantar las restricciones a los viajes internacionales”.
La medida, anunciada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) establece también la recomendación de someterse a una nueva prueba de tres a cinco días después de la llegada al país y permanecer en cuarentena en casa durante siete días después del viaje.
El epidemiólogo jefe de EE.UU., Anthony Fauci, señaló que tras los datos difundidos por el Gobierno del Reino Unido se debe asumir que la variante británica puede “causar más daño, incluida la muerte”, y apuntó que la vacuna sigue siendo eficaz incluso contra la variante sudafricana.
Fauci indicó que la variación británica del virus está “en al menos 20 estados de Estados Unidos”, y apuntó que las vacunas administradas en el país (Moderna y Pfizer) “parecen seguir protegiendo contra la cepa mutante”.
El funcionario aseguró que, aunque se ha observado que la mutación sudafricana puede “en algunos aspectos” anular la eficacia de las vacunas, estas aún están dentro de un “nivel de amortiguación” que las hace eficaces contra esas variantes.
Europa
Los países europeos también retomaron las restricciones de sus fronteras, Francia empezó a exigir una prueba PCR negativa para lo que lleguen por mar y aire desde los países vecinos de la Unión Europea.
Suecia también cerró su frontera y prohibiría la entrada desde la vecina Noruega durante tres semanas, después de que se detectaran casos de la cepa británica más infecciosa en Oslo.
En España, para frenar la epidemia, el gobierno viene aplicando un toque de queda nocturno, la movilidad entre regiones está muy restringida y varias de ellas endurecieron las medidas, como la de Madrid, que adelantó el cierre de la hostelería a las 21H00. El país es uno de los más golpeados de Europa, con más de 55.000 muertos y casi 2,5 millones de contagios.
Sin embargo, las medidas de toque de queda y cierre de fronteras tomadas por los gobiernos para frenar la propagación del virus siguen enfrentándose a la oposición de algunos ciudadanos.
En Holanda, las protestas contra el toque de queda generaron enfrentamientos con la policía y saqueos en ciudades de todo el país, un día después de que se incendiara un centro de test de COVID-19 en la localidad de Urk (norte).
La policía utilizó cañones de agua y perros en Ámsterdam, informó la televisión pública NOS, después de que cientos de personas se concentraran para protestar por el toque de queda entre las 21h00 y las 04h30 horas, que se aplicará hasta el 10 de febrero.
Al menos 30 personas fueron detenidas en Eindhoven, donde el alcalde, John Jorritsma, dijo que si el país seguía “por este camino, creo que nos dirigimos a la guerra civil”.
Asimismo, en Nueva Zelanda las autoridades confirmaron el primer caso comunitario de COVID-19 desde hace más de dos meses en una mujer de 56 años que acababa de regresar de Europa.
Los científicos han resaltado que la única forma de superar la pandemia es la vacunación a gran escala, pero el despliegue de estas campañas está estancado en muchos países y con demoras en las entregas de las dosis por parte de algunas farmacéuticas.
En ese sentido, el mundo retoma las restricciones y cierra sus fronteras entre algunos países para tratar de contener una transmisión de las nuevas variantes del COVID-19.
Además, los países tratan de avanzar en una lucha contrarreloj para poder inmunizar gran parte de la población en el menor tiempo posible y reducir la incidencia de estas mutaciones en sus territorios.