Un informe de la Organización de las Naciones Unidas de la Alimentación y la Agricultura (FAO) estableció que el hambre aumentó por quinto año consecutivo en América Latina y afectó a 47.7 millones de personas en los países de la región durante el 2019.
Este escenario ha generado preocupación ya que la pandemia del COVID-19 impactará estos indicadores y más personas se verán afectadas por la falta de alimento debido a un incremento de la pobreza y de la pérdida de los empleos en la región.
“Esto implica que aproximadamente el 7,4% de los habitantes de la región sufría hambre, pero de forma quizás más importante, significa también un incremento de más de 13 millones de personas en el total de población subalimentada solo en los últimos cinco años”, reseña el informe de la FAO.
En ese sentido, más de la mitad de la población está subalimentada ya que no come lo suficiente y este escenario se concentra especialmente en tres países: Venezuela (9,1 millones), que ha triplicado la cifra en los últimos 5 años; México (9 millones), con un aumento de 2,5 puntos en el mismo periodo, y Haití (5,4 millones), donde casi la mitad de los ciudadanos se encuentran en esta situación.
El representante regional de la FAO, Julio Berdegué, explicó que unas 191 millones de personas sufren inseguridad alimentaria ya que no tienen garantizados los alimentos. Sin embargo, estos problemas de hambre tenderán a empeorar por los efectos de la pandemia.
“Un 30% de nuestra población vive en condición de inseguridad alimentaria moderada o severa. Un 30% en América Latina y en el Caribe en el siglo XXI son cifras inexplicables e inaceptables. Si se realizan las proyecciones de impacto de la pandemia podríamos estar retrocediendo a la década de 1990″, indicó Berdegué.
De acuerdo con el funcionario, esta situación conllevaría a que se perderían 30 años en la lucha contra el hambre en la región evidenciando una “tragedia” de una gran magnitud para millones de personas en América Latina.
Sobrepeso y malnutrición
La FAO también alertó sobre un aumento en el sobrepeso y obesidad, mostrando la otra cara de la malnutrición, la cual viene afectando a un 59,5 % de los adultos y que registró un incremento especialmente entre los niños menores de 5 años.
De acuerdo con el informe, el sobrepeso infantil en los territorios altamente rezagados de la región es dos veces mayor que en los territorios sin rezago: 13,1 % frente a 6,6 % que registran los países con mejores indicadores.
La agencia de la ONU aseguró que esta situación es “particularmente grave” ya que la obesidad es un factor de riesgo en caso de una infección por COVID-19 y además contrasta con la situación de hambre que vive la región. Es decir, que los alimentos que consumen no tienen un equilibrio nutricional y lleva a las personas a otro extremo.
En ese sentido, la organización explicó que la calidad de la alimentación también tiene una relación con el exceso de peso, y el sobrepeso infantil en la región sigue aumentando situándose en 2019 en el 7,5 % por encima del promedio mundial de 5,6 %.
“El sobrepeso y la obesidad han aumentado en todos los grupos de edad. En todos los países de la región, el sobrepeso en las mujeres es mayor que en los hombres, y en 19 países, la diferencia es al menos de 10 puntos porcentuales”, reseña el informe.
En ese sentido, se pudo establecer que 1 de cada 5 territorios se encuentra altamente rezagados por la malnutrición, ya sea por retraso del crecimiento o por sobrepeso.
Además, este escenario se viene registrando especialmente en las zonas rurales de América Latina en donde se tienen altos niveles de pobreza y bajos niveles de escolaridad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reportado que América es el continente más afectado por la pandemia del COVID-19 y concentra aproximadamente el 42 % de los contagios totales a nivel mundial.
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