El Gobierno de Estados Unidos ha comunicado a Marriott que no le renovará la licencia para operar en Cuba; lo cual obliga al gigante hotelero a cerrar sus operaciones en la isla, según anunciaron fuentes de la empresa.
“El Departamento del Tesoro de los EE.UU. notificó a Marriott International que debemos cerrar nuestra operación del Four Points Sheraton en La Habana, Cuba, antes del 31 de agosto; y que no se nos permitirá abrir otros hoteles en Cuba que hayan estado en preparación”, indicó la compañía.
De acuerdo con la directora de comunicación de la compañía para América Latina y el Caribe, Kerstin Sachl; esta orden supone el cierre del único bastión hotelero de EE.UU. en Cuba y que surgió del acercamiento llevado a cabo en el gobierno de Barack Obama.
“Ingresamos al mercado cubano en 2016; con permiso del gobierno de EE.UU. Nuestra licencia de operación fue revisada y renovada en 2018. Recientemente recibimos un aviso de que la licencia emitida por el Gobierno no se renovará; lo que obliga a Marriott a suspender sus operaciones en Cuba”, dijo Sachl.
La portavoz aseguró que la cadena hotelera “continúa creyendo que Cuba es un destino que los viajeros, incluidos los estadounidenses, desean visitar”; por lo que “espera reabrir en Cuba si el Gobierno de EE.UU. nos da permiso para volver a hacer negocios allí”.
El gigante hotelero también pretendía gestionar el recién renovado hotel de lujo Inglaterra; en el corazón de La Habana, por lo que no se podrá continuar con esta apertura.
La información se da a conocer un año después de que Washington prohibiera los viajes de crucero desde su territorio hacia la isla.
Para poder establecerse en Cuba, bajo el embargo de Washington desde 1962, los aspirantes deben solicitar una licencia del Tesoro.
Nuevas sanciones
Desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca, Estados Unidos ha retrocedido en la política de acercamiento hacia Cuba y multiplica las sanciones contra el gobierno socialista. El turismo es el motor de la economía cubana.
La decisión de no renovar la licencia de Marriott “no es una sorpresa”, comentó el presidente del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, John Kavulich.
“La administración Trump ve el establecimiento de Marriott en Cuba de la misma manera que los cruceros (estadounidenses autorizados por Obama): un ejemplo del fracaso de la política de la administración Obama para cambiar a Cuba”, añadió Kavulich.
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Este pasado miércoles, el Departamento de Estado agregó siete compañías y hoteles cubanos a su lista de entidades sancionadas; incluida la financiera Fincimex, que administra el envío de dinero a Cuba por parte de exiliados cubanos y es la contraparte de Western Union en la isla.
Esas remesas, estimadas por el economista Carlos Mesa-Lago en 3.500 millones de dólares en 2017, son un valioso apoyo para muchas familias; especialmente en este momento de la pandemia en donde se ha agravado la escasez de alimentos en el país.
Washington centra sus críticas al gobierno cubano en dos temas: los derechos humanos y el apoyo al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Por su parte, La Habana niega la existencia de presos políticos, estimados en un centenar por varias ONG; así como cualquier presencia militar en Venezuela.
Una reelección de Trump en noviembre sería “el peor” escenario para las relaciones bilaterales, dijo recientemente Carlos Fernández de Cossio, director general de Estados Unidos de la cancillería cubana.
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