Un estudio evidenció que el número de pobres en el mundo podría superar las 1.000 millones de personas debido al impacto de la pandemia del coronavirus en la economía del planeta.
La investigación realizada por el King’s College de Londres y la Universidad Nacional Australiana pudo establecer que el COVID-19 está reduciendo los ingresos de los más pobres del mundo en unos 500 millones de dólares al día.
En ese sentido, la pobreza está aumentando drásticamente en los países en desarrollo que tienen ingresos medios; en donde según el estudio, millones de personas a penas viven por encima de la línea de la pobreza.
De acuerdo con la investigación, países de Asia como Bangladesh, India, Indonesia, Pakistán y Filipinas son considerados particularmente vulnerables a las consecuencias económicas de la pandemia; debido a que los cierres han restringido severamente sus actividades económicas.
“La pandemia se convierte rápidamente en una crisis económica en los países en desarrollo”, indicó Andy Summer; profesor de desarrollo internacional en el King’s College de Londres y coautor del estudio.
El experto explicó que las personas de estos países en desarrollo se encuentran en una posición “precaria” a medida en que la pandemia sigue impactando la economía y condiciones sociales de los países.
El impacto del coronavirus
El estudio revisó el impacto del coronavirus y pudo establecer que en el peor de los escenarios se pronostica un aumento de entre 700 y 1.100 millones de las personas en condición de pobreza.
Este valor se calcula para las personas que tengan ingresos menores a los 1.9 dólares diarios, según el reporte que fue publicado por el Instituto Mundial para la Investigación de la Economía del Desarrollo de la Universidad de Naciones Unidas.
“Si no se toman medidas; esta crisis podría retrasar el progreso en la reducción de la pobreza mundial en 20 o 30 años”, comentó Summer; alertando sobre el impacto que tiene esto en la población de los pobres en el mundo.
En ese sentido, los expertos hicieron un llamado para que exista un “liderazgo global urgente” que permita atender esta crisis; a pesar de que las expectativas son bajas luego de que la Cumbre del G7 fuera pospuesta debido a la pandemia.
“Se necesitan priorizar tres acciones: primero establecer una comisión global de respuesta rápida a la pobreza y el COVID-19 que esté encabezada por un líder mundial; con el fin de identificar el nivel de financiamiento requerido y lo que las naciones ricas pueden hacer para ayudar”, explicó Summer.
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Un segundo aspecto debería abordar la liberación de fondos mediante la “expansión” de la actual moratoria de pago del Fondo Monetario Internacional; otorgándola principalmente a los países en desarrollo.
Asimismo, se debería congelar los pagos al Banco Mundial durante lo que resta del 2020; además evaluar esta medida para el 2021.
“Una vez que la crisis disminuya; será necesaria o incluso inevitable la reestructuración o cancelación total de la deuda para algunos países en desarrollo”, indicó Summer
Finalmente, el experto resaltó que si este escenario se puede dar; los países beneficiados tendrán que utilizar los fondos para reforzar y expandir las redes de seguridad social.
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