De bailar bajo la lluvia descalzo a grandes recitales de ballet: niño nigeriano recibió beca en EE.UU.

Antonhy Mmesoma Madu incursionó en la danza a través de la academia Leap of Dance en la ciudad nigeriana de Lagos, donde enseñan a sus estudiantes de forma gratuita. Foto: Tomada de la cuenta de Instagram leapofdanceacademy

Sus pasos ya no son sobre las piedras y el asfalto. Sus giros en puntas ahora están sobre las plataformas lisas y brillantes de una academia. Sus brazos largos y extendidos ya no reciben el sol o el frío. Después de mostrar sus dotes artísticos a través de un video que se se hizo viral, el niño nigeriano que bailó descalzo bajo la lluvia ha ganado una beca para ser profesional de ballet en Estados Unidos.

Anthony Mmesoma Madu, el niño nigeriano de 11 años que fue grabado en junio del 2020 mientras bailaba ballet descalzo bajo la lluvia, ha sorprendido y cautivado a todos en el mundo, al punto de que su video llegó hasta una prestigiosa academia de danza en Nueva York, donde han decidido otorgarle una beca para que se convierta en bailarín profesional.

Este 2021, Anthony Mmesoma Madu comenzará su formación profesional en Estados Unidos, gracias a una beca del Ballet Beyond Borders.

“Cuando mis amigos me ven bailando piensan: ¿qué está haciendo este chico? ¿Está haciendo un baile extranjero?. Ahora he ganado un gran premio para ir a EE.UU. Viajaré en avión y tengo muchas ganas, y el ‘ballet’ lo ha hecho por mí”, dijo el niño nigeriano en entrevista con medios.

Antonhy Mmesoma Madu incursionó en la danza a través de la academia Leap of Dance en la ciudad nigeriana de Lagos, donde enseñan a sus estudiantes de forma gratuita.

Precisamente, afuera de su academia fue donde el pequeño fue grabado bailando. El beneficiario de aquel video viral no solo ha sido el niño nigeriano, sino también escuela de ballet Leap of Dance, la cual ha recibido donaciones para continuar con su labor. 

Su fundador, Daniel Ajala Owoseni, aseguró que usará el dinero y la actual popularidad para promover el ‘ballet’ en Nigeria, un país donde esa disciplina aún no es puesta en práctica de manera amplia.

“Cuando bailo, me siento como si estuviera en la cima del mundo”, detalló Anthony Mmesoma Madu.

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