Cuando era niño, Vladímir Putin soñaba con convertirse en un agente secreto. Sin embargo, el destino tendría un título mucho más grande para él.
De orígenes humildes demostró ser un estudiante prodigio en la escuela. Sus grandes fuertes eran la literatura, la historia y el arte.
Siempre se preocupó por pasar desapercibido, de joven nunca le gustó llamar la atención. Se dedicó a cumplir sus responsabilidades académicas mientras practicaba una de sus grandes aficiones: el judo.
La filosofía de este deporte sería la misma que regiría toda su vida: “Solo una cosa puede ser efectiva: ir a la ofensiva. Debes golpear primero y golpear tan fuerte que tu oponente no se ponga de pie”.
Putin fue agente de la KGB, el servicio secreto de la Unión Soviética. Sin embargo, tras su disolución se retiró con el rango de coronel y empezó a trabajar como taxista.
La historia de Vladímir Putin
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Poco a poco regresó a la política. Como antiguo espía, Putin estaba bien informado de lo que ocurría en su nación y eso le ayudó a ascender rápidamente al poder.
La Presidencia le fue entregada en bandeja de plata. Boris Yeltsin, mandatario de Rusia, nombró a Putin primer ministro en agosto de 1999 después de haber despedido a cinco primeros ministros en 17 meses.
El 31 de diciembre de ese mismo año, Yeltsin anunció su retiro en televisión y puso fin a su gobierno, no sin antes dejar a su hombre de confianza como presidente interino, quien fue el encargado de dirigir a Rusia como una de las potencias del siglo XXI.
Te invitamos a reproducir el video que se encuentra al inicio de la nota para conocer más de la historia del actual presidente ruso.
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