El mundo ve con gran expectativa la posibilidad de que se pueda poner fin a la emergencia sanitaria por el COVID-19 tras cumplirse tres años de pandemia, la cual ha dejado preliminarmente más de 6.6 millones de muertos.
Con un importante avance en materia de vacunación y un aumento en la inmunidad de las personas, varios expertos han planteado la posibilidad de que durante el 2023 se podría levantar la alerta sanitaria que emitió la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarando la pandemia.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se mostró optimista en la primera rueda de prensa de 2023 sobre la evolución de la pandemia y aseguró que “si se trabaja adecuadamente, este será el año en el que la emergencia pública acabe oficialmente”.
Precisamente, el COVID-19 fue declarado una emergencia internacional el 30 de enero de 2020 y desde entonces se ha venido monitoreando el comportamiento de este virus que todavía sigue provocando un gran número de contagios y muertos en algunos países.
“Entramos ahora en el cuarto año de la pandemia con un mundo que está en una situación mucho mejor de lo que estaba hace unos años, gracias a los cuidados clínicos y la gestión de las vacunas y los tratamientos”, destacó Adhanom.
De acuerdo con la OMS, en el último año el planeta logró avanzar masivamente en la vacunación lo cual hizo que la incidencia del COVID-19 fuera en descenso generando que gran parte de la población haya adquirido inmunidad a este virus.
“El COVID-19 sigue siendo un peligroso virus para nuestra salud, nuestras economías y nuestras sociedades”, advirtió el experto tras explicar que cada semana siguen muriendo en el mundo unas 10.000 personas por cuenta de esta enfermedad.
De esta forma, la OMS podría poner fin a la emergencia de salud global del COVID-19 pero lo cierto es que es posible que sigamos conviviendo con el virus en el futuro.
“Este virus no se marchará. Está aquí para quedarse y todos los países tendrán que aprender a lidiar con él; así como con otras enfermedades respiratorias”, recordó el director de la OMS frente al posible fin de la pandemia del COVID-19.
Ver más: De pandemia a endemia: el nuevo escenario que enfrentaría el mundo con el COVID-19
Una de las grandes preocupaciones que tienen los expertos es que algunos países de bajos recursos presentan bajas tasas de vacunación y China viene experimentando una alarmante oleada de contagios en las últimas semanas.
A pesar de esto, los científicos creen que al menos un 90 % de la población mundial tendría inmunidad frente al virus y por eso esperan que el COVID-19 se transforme progresivamente en un virus endémico, el cual circulará y aparecerá regularmente como lo hace el sarampión o la gripe estacional.
Temor por China
A pesar de que el 2023 pinta como un buen año en materia de salud luego de tres años de pandemia, China viene registrando una oleada de casos que ha generado preocupación al mundo ante la posibilidad de que nuevamente surjan variantes más contagiosas que pueden extenderse masivamente por el planeta.
De hecho, muchos recuerdan los primeros casos que se detectaron en la ciudad china de Wuhan en diciembre de 2019 y que luego darían origen a una de las pandemias más fuertes que ha tenido que enfrentar el mundo en su historia.
El desmantelamiento de la política de ‘cero covid’ a comienzos de diciembre generó toda una ola de contagios sin precedentes en el país asiático, lo cual provocó escenas de gran presión hospitalaria en varias ciudades.
La nueva oleada de casos ha despertado todos los temores de una nueva crisis a nivel mundial ya que el país asiático levantó todas sus restricciones y muchos ciudadanos chinos esperan viajar al extranjero tras no poder hacerlo durante los últimos años.
Precisamente, Japón, India, Malasia, Taiwán, Italia, Estados Unidos y otros países anunciaron medidas restrictivas, como la exigencia de presentar un test anticovid recientes o de someterse a uno en los aeropuertos.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que China no está dando cifras completas sobre sus fallecidos por COVID-19 en medio del actual brote y esto ha impedido saber el verdadero alcance de la enfermedad incluso a nivel global.
Las estadísticas de la OMS evidencian que China reportó en la primera semana de enero 252.000 contagios por COVID-19 y unas 700 muertes, pero las cifras reales serían considerablemente mayores.
A pesar de esto, muchos expertos aseguran que la situación de China no representaría una gran amenaza para el planeta pero muchos países han empezado a tomar medias de precaución frente a un posible incremento de contagios en sus territorios.
Finalmente, el planeta se prepara para poner fin a la pandemia del COVID-19 durante el 2023, a pesar de que el virus llegó para quedarse y seguirá circulando frecuentemente entre los ciudadanos.