Una gran controversia ha generado el aborto que le fue practicado a una niña de 10 años que fue violada presuntamente por su tío en Brasil.
El lamentable caso revivió el debate sobre el aborto en este país en donde existe una restrictiva legislación frente a esta práctica, generando un enfrentamiento entre grupos conservadores, religiosos, políticos y organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres.
La interrupción legal del embarazo fue autorizada por el juez del Tribunal de Justicia del estado de Espírito Santo, Antonio Moreira Fernandes, quien determinó la realización “inmediata” del aborto por procedimiento inducido o por cirugía tras una evaluación psicológica y el deseo de la menor de interrumpir la gestación.
Sin embargo, la menor y su familia enfrentaron un “viacrucis” debido a que algunos médicos se negaron a realizar este procedimiento por motivos de conciencia, pero finalmente el aborto fue realizado en la ciudad de Recife tras viajar 1.848 kilómetros en avión desde su hogar.
“La menor puede ser dada de alta a cualquier momento. Fue un procedimiento inducido, todo de acuerdo con el protocolo de seguridad y de forma efectiva, reduciendo al máximo el sufrimiento de la niña y está muy aliviada”, indicó el médico Olimpio Moraes, responsable por la realización del procedimiento.
El aborto en Brasil solo está permitido en casos de violación y si la gestante corre riesgo de muerte o cuando el feto presenta anencefalia.
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Por su parte, La Fiscalía regional de Espírito Santo abrió una investigación por la supuesta presión de grupos religiosos, tanto evangélicos como católicos, para intentar persuadir a la familia de la menor para que no se realizara el aborto.
Asimismo, las autoridades de Brasil arrestaron al violador de la niña de 10 años, luego de que la menor fuera sometida al aborto legal tras quedar embarazada presuntamente de su tío de 33 años.
El gobernador del estado de Espírito Santo, Renato Casagrande, informó sobre la captura de este hombre asegurando que es una “lección” para quienes insistan en practicar un “crimen brutal, cruel e inaceptable de este tipo”.
El presunto violador fue arrestado en el estado vecino de Minas Gerais y sería el tío de la menor, que según las versiones de la niña cometía los abusos sexuales en su contra desde que ella tenía seis años.
La “epidemia” de la violencia sexual
Las organizaciones defensoras de la mujer aseguraron que el aborto de esta niña de diez años puso en evidencia nuevamente la “epidemia silenciosa” de la violencia sexual contra las menores en Brasil.
De acuerdo con las estadísticas, este país registra en promedio seis interrupciones voluntarias de embarazo al día y cuatro abusos a cada hora en niñas de hasta catorce años.
“Estamos frente otra epidemia. Es una violencia sistemática y Brasil no consigue ver la dimensión de esta violencia silenciosa en el que las víctimas se callan o son calladas”, explicó Luciana Temer, directora de la ONG Instituto Liberta, especializada en el combate al abuso sexual infantil.
De acuerdo con esta abogada, el caso de esta niña arroja luz sobre una violencia que es silenciada por algunos sectores o familias, pero no es un caso aislado ni individualizado.
“Este tipo de violencia es cotidiana y, según la plataforma Foro Brasileño de Seguridad Pública, a cada hora cuatro niñas menores de catorce años son violentadas”, destacó Temer.
Precisamente, Brasil registró en 2018 su mayor índice de mujeres violadas, con 60.041 casos en el año, lo que representa 180 ataques sexuales por día. Además, el 54 % de las víctimas eran menores de 13 años y el 82 % fueron mujeres.
Sin embargo, los expertos consideran que puede haber un subregistro con las cifras y la realidad “podría ser mucho peor” ya que en algunas regiones existe una menor notificación de los casos de abusos sexuales porque se presentan dentro de las familias.
“El crimen sexual está estigmatizado y eso es un equívoco. Nadie se consterna porque fue secuestrado o asaltado, pero para decir que fue abusado sexualmente hay que tomar coraje ante la sociedad y eso solo favorece a una persona: al abusador, que puede quedar impune por décadas o hasta por toda la vida”, lamentó Temer.
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