Las autoridades de China implementaron el uso de brazaletes electrónicos para medir la temperatura de los estudiantes de secundaria y primaria que han reanudado las clases en Pekín; con el objetivo de controlar el coronavirus en estos jóvenes.
El brazalete, similar a una pulsera para hacer ejercicio; lleva un sensor incorporado que toma automáticamente la temperatura corporal de la persona y emite una alerta si se detecta una lectura elevada.
Asimismo, los datos de temperatura serán almacenados y compartidos con los padres de los estudiantes; así como la dirección de la escuela o las autoridades sanitarias a través de una aplicación de telefonía móvil que se conecta a la pulsera.
Los medios de comunicación del país han señalado que estos brazaletes electrónicos se han probado entre estudiantes de cinco distritos de la ciudad de Pekín; en momentos en que China teme una nueva oleada de contagios de coronavirus.
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El programa piloto del brazalete se ha probado en 18 escuelas de enseñanza media en el distrito de Fengtai desde el pasado 30 de abril; según la Comisión Municipal de Educación de la capital.
Las autoridades explicaron que cerca de 200 estudiantes de la escuela secundaria de Fengtai han usado el dispositivo desde el pasado jueves.
El dispositivo
Los brazaletes electrónicos son el último ejemplo del uso masivo de las nuevas tecnologías en China para intentar controlar el coronavirus; que oficialmente ha contaminado en el país a 83.000 personas y causado la muerte de 4.633.
Las autoridades también explicaron que los estudiantes se colocan el brazalete al mediodía y una aplicación en el teléfono móvil de su profesor recoge las temperaturas corporales.
Precisamente, la profesora Li Yanjie de la escuela de secundaria de Fengtai, indicó que los docentes tendrán que reportar la información a la Comisión de Educación Municipal antes de iniciar las clases.
“A diferencia del termómetro convencional y los registros escritos a mano. Este brazalete detecta y recoge la temperatura automáticamente; por lo que es más rápido y eficiente”, indicó Yanjie.
Por su parte, los estudiantes tendrán que dejar los brazaletes electrónicos en el centro escolar para que al siguiente día vuelvan a utilizarlo antes de iniciar las clases.
De acuerdo con los docentes, el dispositivo solo detecta la temperatura e informa los nombres de los estudiantes; sin proporcionar más información personal.
Por ejemplo, los padres y los centros educativos podrán vigilar en tiempo real el estado de los estudiantes a través de una aplicación en teléfono móvil.
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Sin embargo, en caso de que la temperatura sea anormal (superior a 37,2 grados), el brazalete electrónico envía una señal a los profesores.
Cerca de 50.000 estudiantes de los últimos cursos de secundaria y primaria reanudaron las clases en Pekín el pasado 27 de abril; en momentos en que China teme una nueva oleada de contagios de coronavirus.
Precisamente, los controles de temperatura, el uso obligatorio de mascarilla y las medidas de distancia física se han convertido en la norma en los establecimientos escolares del país.
Finalmente, aunque China ha controlado la epidemia en su territorio, el país registró este lunes 17 nuevos casos, especialmente en Wuhan; donde surgió el coronavirus a fines del año pasado
