Este lunes el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, acordaron cooperar para contener la pandemia del COVID-19.
Bolsonaro informó sobre el acuerdo con Putin a través de su cuenta de Twitter. “Coincidimos en profundizar aún más la cooperación entre nuestros países, incluso en el combate al COVID-19”, escribió el presidente de Brasil.
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El COVID-19 desbordó los sistemas de control brasileros, que al comienzo de la pandemia -encabezados por el propio Bolsonaro-, desestimaron la veracidad y peligro del virus. Incluso llegó a comparar el nuevo coronavirus con una “pequeña gripe”.
El presidente brasileño continuó con su línea de minimizar la pandemia al asegurar que “a los brasileños no nos da nada … ya tienen los anticuerpos para evitar que se propague”. Para Bolsonaro la cuarentena podría tener un impacto peor que el COVID-19 en la economía de Brasil, por lo que presiona constantemente por reabrir el país.
Hasta el momento, Brasil es el segundo país con más casos de coronavirus en el mundo con 870.000 y segundo con más muertes, 43.396. Durante la pandemia, dos ministros de salud dejaron su cargo por su desacuerdo con las políticas de Bolsonaro.
Rusia prepara vacuna
Por su parte, Rusia presenta un panorama más alentador frente al COVID-19. Si bien es el tercer país con mayor número de contagios (536.484), el país ha presentado una disminución de casos desde su pico en mayo.
Ahora la administración rusa anunció que en julio comenzará pruebas clínicas en humanos de una vacuna contra el coronavirus. Según Rusia, diez centros científicos están centrados en la misión de producir la vacuna.
Rusia espera que estos ensayos permitan desarrollar a gran escala la vacuna contra el COVID-19 a partir de septiembre.
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