El multimillonario Bill Gates pronosticó que la pandemia del COVID-19 podría estar controlada y el mundo volvería a la normalidad para finales del año 2022.
Así lo aseguró el filántropo estadounidense en una entrevista con el canal británico Sky News en donde aseguró que este escenario se podría dar a medida en que el exceso de vacunas adquiridas por las potencias como Estados Unidos y Reino Unido empiece a estar disponible para otros países en el verano.
“Con esto liberaremos para que podamos distribuir las vacunas en todo el mundo a fines de 2021 y hasta 2022. Por lo tanto, no habremos erradicado esta enfermedad, pero podremos reducirla a números muy pequeños para el final de 2022”, aseguró Gates.
De acuerdo con el fundador de Microsoft, este escenario permitiría que más vacunas lleguen a los países en vías de desarrollo y permitiría avanzar más rápidamente con los esquemas de vacunación, especialmente en la población más vulnerable.
“Debido a que muchas de las vacunas funcionaron, esa buena noticia significa que podremos suministrarlas en lugares donde desea vacunar a todas las personas mayores de 60 años, como Sudáfrica, Brasil. Eso se convertirá en una prioridad solo en los próximos tres o cuatro meses”, indicó el multimillonario.
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A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denunciado el acaparamiento de vacunas por parte de los países ricos, Gates indicó que este hecho no lo sorprendió y cree que, en parte, fue algo bueno ya que estos países estaban enfrentando una peor situación que la mayoría de naciones en desarrollo.
Sin embargo, reconoció que no es justo que países como EE.UU. y Reino Unido hayan empezado a vacunar a personas de 30 años cuando en Brasil y Sudáfrica y otro países no han cubierto a su población de mayor riesgo.
En ese sentido, el pronóstico de Bill Gates llega en momentos en que el mundo libra una lucha contrarreloj en los programas de vacunación y por eso el multimillonario espera que la asignación de vacunas por parte de los fabricantes y donaciones llegue más rápido en los próximos meses a estos países que están enfrentado una fase grave de la pandemia.
Futuras pandemias
El filántropo también resaltó la necesidad de que la humanidad esté preparada para futuras pandemias para lo cual se debe invertir lo suficiente para enfrentar este escenario de la mejor manera.
En el corto plazo el pronóstico de Bill Gates destaca que el COVID-19 no estaría completamente erradicado en 2022 pero si contempla que se registre una reducción a “números muy pequeños” de los contagios en el mundo.
Sin embargo, el multimillonario siempre ha mostrado su preocupación de que el planeta este preparado para pandemias que podrían ser incluso más fuertes que el COVID-19 en el futuro.
Precisamente, a principios de 2021 Gates planteó la posibilidad de que se conforme una sistema de reacción global compuesto por 3.000 expertos que identifiquen y reaccionen de forma oportuna a los brotes de enfermedades en el mundo.
La iniciativa tienen como objetivo identificar la amenaza de una próxima pandemia como si se tratara de una “guerra” para que todos los países puedan reaccionar ante este escenario.
“No podemos permitirnos que nos tomen de nuevo por sorpresa. La amenaza de la próxima pandemia estará siempre planeando sobre nuestras cabezas, a menos que el mundo tome medidas para prevenirla”, indicó Gates en una carta anual.
El multimillonario también indicó que a la hora de prevenir pandemias las herramientas científicas no son por sí solas suficientes y por eso se necesita una fuerza que monitoree constantemente los patógenos y que se encargue de investigar estas potenciales amenazas.
En ese sentido, el estadounidense pidió a los países ricos y a las fundaciones proporcionar la mayor parte de la inversión, señalando que serán los propios gobiernos los que más se beneficiarán de esto porque se estaría adquiriendo la más rentable “póliza de seguro” que el mundo podría tener hacia el futuro.
Finalmente, Bill Gates explicó que estas inversiones para luchar contra enfermedades como el COVID deben estar enfocadas en herramientas científicas y tecnológicas que permitan un rápido diagnóstico ante la aparición de un nuevo patógeno que amenaza la salud global.
