Millones de católicos en el mundo celebran el Viernes Santo, en medio del aislamiento, la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret.
Aunque esta época del mes suele ser tiempo de vacaciones en la que los fieles aprovechan para congregarse en las iglesias, este año debido a la contingencia sanitaria, las celebraciones se vieron reducidas en la mayor parte del mundo.
En Jerusalén, por ejemplo, el canto de un pequeño grupo de clérigos al interior de la iglesia del Santo Sepulcro se escuchaba tenuemente a través de las pesadas puertas de madera, mientras algunas pocas personas se detuvieron y arrodillaron para orar afuera.
La iglesia centenaria, construida en donde los cristianos creen que Jesús fue crucificado, enterrado y resucitado, suele estar atiborrada de peregrinos y turistas.
En tiempos normales, decenas de miles de peregrinos del mundo recorren los pasos de Jesús en la Semana Santa que culmina con la Pascua. Sin embargo, este año se suspendieron vuelos y los sitios religiosos en Tierra Santa están cerrados en un intento de las autoridades por tratar de evitar la propagación del virus.
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“La crucifixión es la cosa más triste posible y Jesús de Nazaret sintió lo que ahora sentimos nosotros, pero gracias a Dios se levantó de entre los muertos y cambió el mundo en Pascua”, expresa James Joseph, un peregrino cristiano de Detroit.
Transmisión en vivo desde el Vaticano
Este Viernes Santo, 10 de abril, se transmitirá en vivo a través de las redes sociales del vaticano, las celebraciones eclesiásticas dirigidas por el Papa Francisco, o por medio de su canal en Youtube Vatican Media Live.
La primera celebración iniciará a las 18:00 horas Roma (11:00 am México-13:00 pm Estados Unidos) y la segunda empezará a las 21:00 horas Roma (2:00 pm México-4:00 pm en Estados Unidos).