La pandemia del COVID-19 en América Latina destruyó los logros y avances que se habían alcanzando con reformas e inversión en materia socioeconómica provocando un aumento de la pobreza y el desempleo, por lo que la región se enfrenta al gran desafío de evitar otra “década perdida”.
Los expertos han explicado que este término describe lo que puede esperarle al subcontinente debido al coronavirus, el cual viene siendo utilizado desde la década de los 80 cuando la crisis de la deuda puso de rodillas a la economía regional.
Precisamente, América Latina es la zona geográfica más golpeada por la pandemia en el mundo al sumar 14,1 millones de infectados y casi 478.000 fallecidos.
Ante la llegada del virus a la región los gobiernos tuvieron que recurrir a las restricciones de movilidad para tratar de frenar los contagios, los cuales representaron un duro golpe a los indicadores sociales y perspectivas de crecimiento económico que se tenían para los próximos años.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estimó que la región registrará una contracción de la actividad económica del 7,7% en 2020, aunque el pronóstico es más alentador que el -9,1% que preveía a mediados de año pero sigue siendo la peor caída del PIB en un siglo.
– Desempleo y pobreza: los mayores desafíos
La dura parálisis que impuso la pandemia durante varios meses se tradujo en un exponencial incremento del desempleo, lo cual también conllevó a que más personas entraran en la pobreza.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió en octubre que el COVID-19 tendría “un amplio impacto en el empleo” y podría borrar “parte de los avances sociales logrados por la región hasta 2015”.
De acuerdo con el organismo, los impactos en América Latina podrían hacer que solo hasta 2025 se recuperaría el ingreso real per cápita que tenía la región antes de la pandemia.
En noviembre, la Cepal y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indicaron que se perderán 47 millones de empleos en la región, lo que llevaría la tasa de desocupación cerca del 11%, tres puntos porcentuales por encima de 2019. Además, se estima que unos 2,7 millones de empresas cerraron durante este año.
Ver más: El embarazo adolescente es una fábrica de pobres en América Latina: ONU
La cifra de desempleo del 10,7% que estima la Cepal esconde la “profunda caída de la participación laboral”. De no mediar este factor, el desempleo superaría el 18%.
Lo cierto es que las estadísticas evidencian que las mujeres, jóvenes y trabajadores poco calificados fueron los más afectados y por eso hay mucha preocupación por el aumento de la pobreza en la región.
A inicios de diciembre, Unicef, el organismo de la ONU para la infancia, advirtió que en América Latina y el Caribe al menos 23,4 millones de niños necesitan asistencia humanitaria, más del triple que el año anterior.
“Nunca antes se había visto a tantos niños y niñas afectados simultáneamente por múltiples emergencias en tantos países”, aseguró Jean Gough, director regional de Unicef.
Por su parte, el Banco Mundial estimó que, entre los 650 millones de latinoamericanos, casi 29 millones podrían quedar en la extrema pobreza, un incremento del 3,9 % de 2017 hasta el 4,4%. La propia organización financiera esperaba un descenso al 3,7 % este año.
La “década perdida”.
El director del FMI para las Américas, Alejandro Werner, indicó que “Latinoamérica y el Caribe están ante la posibilidad de otra década perdida, como la de los años 1980”, ya que la región podría presentar una década -2015-2025- sin crecimiento económico.
Ver más: El hambre sigue aumentando y afectó a 47.7 millones de personas en América Latina en 2019
La Cepal fue más allá al evaluar que desde el 2014 se ha registrado en América Latina un “bajísimo” crecimiento económico del 0.3 % en promedio y las perspectivas de recuperación con los efectos de la pandemia tomarán varios años.
“Podemos afirmar que la región está ante una nueva década perdida”, indicó Alicia Bárcena, directora de la Cepal, al resaltar que se requerirían unos cuatro años para volver al nivel de actividad que se registraba antes de la pandemia.
Las medidas
La Cepal ha explicado que es clave que se mantengan las ayudas estatales a familias y empresas para poder mitigar las afectaciones sociales que ha provocado la pandemia y enfrentar de esa forma el impacto económico y el incremento de los niveles de pobreza.
“Se espera que permanezcan los estímulos monetarios y que los estímulos de política fiscal no se retiren prematuramente. De lo contrario, la recuperación prevista en la actividad podría verse truncada”, indicó el organismo.
Por su parte, el FMI destacó el apoyo fiscal del 8% del PIB que los gobiernos dispusieron para contener el efecto de la pandemia, y subrayó que “estas medidas excepcionales son cruciales para apoyar la actividad económica a fin de evitar desaceleraciones aún más fuertes y repercusiones sociales más severas”.
De acuerdo con este último organismo, algunos países como Chile y Perú han tomado algunas soluciones poco ortodoxas para inyectar dinero en la economía como el retiro anticipado de recursos de los fondos de pensiones, pero aseguró que es necesario que los gobiernos mantengan el rumo hacia unas reformas estructurales que faciliten el el acceso a la salud, la educación y preserven la inversión pública.
Infórmate minuto a minuto sobre esta y otras noticias del mundo en nuestras redes sociales