Las organizaciones ambientalistas han encendido las alarmas ante la posibilidad de que un buque petrolero venezolano, cargado con 1.3 millones de barriles, derrame grandes cantidades de crudo en el Mar Caribe provocando un desastre ambiental sin precedentes.
En las últimas semanas, se han difundido algunas imágenes que evidencian que el buque Nabarima está inclinado y tiene varios metros de su estructura sumergida en el mar, lo cual aumentó los temores de que se registre un grave derrame de petróleo.
Las asociaciones ambientalistas explicaron que el derrame del Exxon Valdez de 1989, uno de los desastres ambientales más graves de la historia, podría quedarse pequeño respecto al potencial del Nabarima, ya que las cantidades reportadas de petróleo serían cinco veces mayores.
La embarcación de 264 metros de largo está ubicada en el golfo de Paria (estado Sucre, oeste), en aguas de Venezuela próximas a Trinidad y Tobago.
“Si no es trasegado el petróleo, aunque pudiesen estabilizar al Nabarima, va a existir permanentemente el riesgo de un desastre ambiental”, declaró el parlamentario opositor Robert Alcalá, quien denuncia que el mantenimiento del barco fue abandonado en 2014.
El buque Nabarima pertenece a Petrosucre, empresa mixta con 74% de acciones de PDVSA y 26% de la compañía italiana Eni S.p.A y a mediados de agosto se pudo establecer que tiene la sala de máquinas inundada y sus bombas de achique quemadas.
Precisamente, la estatal petrolera venezolana PDVSA ha negado que el buque petrolero pueda representar “una amenaza para el ecosistema de la zona” por lo que hasta el momento no se han confirmado acciones para evitar un desastre ecológico sin precedentes.
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Los grupos ecologistas de Trinidad y Tobago alertaron de la situación a su Gobierno para que buscara iniciativas por parte de Venezuela.
El portavoz del grupo ambientalista Fishermen and Friends of the Sea de Trinidad y Tobago, Gary Aboud, señaló que cerca de 50.000 pescadores de ese país dependen de la pesca en el Golfo de Paria para ganarse la vida, por lo que un derrame de crudo sería dramático.
Los miembros de esa organización sobrevolaron el barco y tomaron fotos del buque, que parecía estar inclinado entre 25 y 30 grados, lo que fue negado por las autoridades venezolanas.
Los expertos advirtieron que un posible derrame de este buque petrolero afectaría a animales marinos, mamíferos, reptiles y más de 180 especies de aves que habitan la zona, así como importantes ecosistemas de arrecifes del Caribe.
Según estas ONG, los medios de vida de muchos ciudadanos y la economía de Trinidad y Tobago también se verían muy afectados si se produjera un derrame de petróleo.
Las denuncias de daños ambientales por falta de mantenimiento de instalaciones son frecuentes en medio del colapso de la industria petrolera de Venezuela.
Costas del occidente del país se han visto afectadas en agosto, septiembre y octubre por derrames de hidrocarburos en dos de sus principales centros de refinación de combustibles, Paraguaná (estado Falcón) y El Palito (Carabobo), que el gobierno socialista intenta reactivar ante una severa escasez de gasolina.
La producción de crudo de Venezuela, el país con las mayores reservas de petróleo, pasó de 3,2 millones de barriles por día hace 12 años a unos 400.000 barriles en la actualidad.
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