Alemania impondrá hasta el 10 de enero un estricto confinamiento ante una segunda ola de COVID-19 que no da tregua y que ha llevado al país a registrar cifras récord de contagios y muertes por coronavirus a pesar de las restricciones que se habían tomado.
En ese sentido, los comercios no esenciales y los colegios deberán cerrar nuevamente con el objetivo de contener una alta transmisión del coronavirus que amenaza con llevar a los hospitales al colapso.
El Gobierno central y los estados federados acordaron este paso en una reunión de urgencia para evitar el colapso del sistema sanitario, atendiendo a los llamamientos de los expertos y tras la cascada de medidas regionales que se han ido adoptando en los últimos días.
“Estamos obligados a actuar, y actuamos ahora”, indicó la canciller alemana, Angela Merkel, al explicar que las restricciones previas “no han sido suficientes”.
De acuerdo con la canciller, el objetivo es evitar la “sobrecarga del sistema sanitario” reduciendo al máximo los contactos interpersonales, por lo que reconoció que el confinamiento afectará severamente a “mucha gente”.
Precisamente, el Instituto de Vigilancia Sanitaria Robert Koch (RKI) había advertido que “la situación sigue siendo muy grave (…) incluso se ha agravado desde la semana pasada” y el coronavirus sigue propagándose porque la población no ha reducido lo bastante sus contactos sociales.
El cierre de comercios no esenciales y colegios
El acuerdo de confinamiento incluye el cierre de todos los establecimientos comerciales considerados no esenciales, que se suman al ocio, la cultura y la gastronomía, que suspendieron su actividad a principios de noviembre.
Los colegios y las guarderías permanecerán asimismo cerradas tres semanas y media, dejándose la puerta abierta a la educación a distancia y estableciéndose retenes de guardia en algunos centros para casos excepcionales, como hijos de padres con profesiones esenciales.
Las reuniones seguirán limitadas a cinco personas de dos domicilios (sin contar los menores de 14 años), aunque las condiciones se relajarán levemente entre el 24 y 26 de diciembre para permitir encuentros familiares (aunque no en Nochevieja, Año nuevo y Reyes).
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Para Nochevieja y Año nuevo se va a decretar una “prohibición de reunión” nacional en espacios públicos y se va a prohibir la venta y uso de productos pirotécnicos, algo tradicional en esas fechas, pero que tendrá nuevos controles en medio del confinamiento.
Además se recomienda el trabajo desde casa, se recomienda no viajar ni dentro ni fuera del país, se restringen los oficios religiosos mediante medidas de higiene y distanciamiento y se prohíbe el consumo de alcohol en lugares públicos.
Las medidas de seguridad se extremarán además en las residencias de personas mayores, donde se realizarán varios test semanales a los profesionales sanitario y, en regiones con mayor incidencia, también a los visitantes.
El ministro de Finanzas, Olaf Scholz, avanzó por su parte la prolongación y mejora de las ayudas financieras puente para empresas y autónomos, con el objetivo de asegurar la liquidez a los perjudicados por los cierres.
Cifras récord
La decisión supone una victoria de las tesis de Merkel, que había abogado desde hace semanas por endurecer las restricciones en Alemania. Pero las competencias en ese ámbito recaen en los estados federados, que hasta el momento se habían resistido a un confinamiento duro o no habían sido capaces de consensuar una postura unificada.
Alemania registró en las últimas 24 horas 20.200 nuevos contagios por COVID-19 y 321 muertes, según cifras del Instituto Robert Koch (RKI), en las que se basan las autoridades para tomar decisiones como con este nuevo confinamiento.
El récord en ambas categorías se produjo este viernes, con 29.875 nuevos casos y 598 víctimas mortales. Este sábado se comunicaron unas cifras ligeramente inferiores: 28.438 nuevos casos de coronavirus y 496 muertes.
En los últimos siete días se han contabilizado 140.383 casos en Alemania -el país más poblado de la UE con 83,2 millones de habitantes-, con lo que la incidencia acumulada en ese período para el conjunto del país es de 169,1 casos por cada 100.000 habitantes.
De acuerdo con las estadísticas, Alemania ha registrado 1.320.716 contagios por coronavirus (más del 1,5 % de la población), de los cuales 21.787 personas han fallecido. Las autoridades explicaron que la cifra de recuperados se eleva ya a 967.900 personas, mientas que unas 330.000 están ahora mismo infectados por el COVID-19.
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