Se cumplen dos años desde que los talibanes tomaron el poder en Afganistán, y como parte de su régimen, le han prohibido, entre muchas otras cosas, el acceso a la educación secundaria y universitaria a más de 1,1 millones de jóvenes afganas
De esta forma, estas jóvenes han venido alzando su voz pidiendo una ayuda internacional que les permita estudiar en su país.
Una de ellas es Somaya Faruqi, la capitana del equipo femenino de robótica local, que tuvo que emigrar para poder cumplir su sueño de infancia: estudiar ingeniería.
Esta joven de 21 años es el rostro de la campaña del fondo mundial de la ONU para educación en situaciones de emergencia y crisis Education Cannot Wait (La Educación no puede esperar) que, con el lema #AfghanGirlsVoices, quiere llevar el grito de ayuda de las jóvenes afganas a todo el planeta.
Al igual que muchos compatriotas cuando los talibanes se hicieron con el poder en Afganistán el 15 de agosto de 2021, Faruqi salió del país junto con las nueve compañeras de aquel equipo de robótica conocido como “Las soñadoras afganas”.
Esta joven se encuentra cursando ingeniería mecánica en la Universidad estatal de Sacramento (California) con una beca del Fondo de Desarrollo catarí.
Somaya espera que la campaña #AfghanGirlsVoices, que presenta testimonios desgarradores de niñas y jóvenes cuyas vidas se han visto abruptamente alteradas por la prohibición de estudiar y formarse, “traiga de nuevo la atención del mundo a las jóvenes afganas” porque “Afganistán parece haber sido olvidado”.
Mujeres afganas reclaman su derecho a la educación/ Foto: AFPVer más: Mujeres afganas que no quieran llevar burka serán despedidas de su trabajo y otras restricciones tras el control de los talibanes
“Tenemos que asegurarnos de que tienen acceso a las mismas oportunidades (que los hombres) y a la educación, porque la educación es la llave de la libertad”, dice.
La prohibición de estudio para las mujeres afganas por parte de los talibanes
El 18 de septiembre de 2021, un mes después de volver al poder del que habían sido expulsados dos décadas antes, los talibanes impidieron el acceso a la educación secundaria a las jóvenes.
En diciembre de 2022 les cerraron también las puertas de las universidades y les prohibieron a las mujeres trabajar en muchos sectores, pese a que muchas son el único soporte de familias en las que muchos hombres murieron en la guerra.
“El camino hacia cualquier relación más normal entre los talibanes y otros países estará bloqueado a menos que se apoyen realmente los derechos de las mujeres y las niñas, entre otras cosas”, declaró el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
ONU condena la prohibición de acceso al estudio a mujeres afganas
El enviado de la ONU para la Educación y exprimer ministro británico Gordon Brown, consideró que se trata de la “violación más atroz e indefendible de los derechos de las mujeres y las niñas en el mundo actual” que debería “considerarse un crimen contra la humanidad” y ser “perseguido por la Corte Penal Internacional”.
Además de impedirles estudiar y trabajar, a las jóvenes también se les ha prohibido el acceso a los espacios públicos.
“No pueden ir a un gimnasio, ni a un parque ni a un restaurante sin la compañía del padre, de un hermano, del esposo”, describe Faruqi.
Para muchas familias, la única escapatoria es el matrimonio “sin importar” si las jóvenes “están de acuerdo o no”.
Esta situación está afectando la salud mental de las niñas y jóvenes. “La depresión está aumentando. La tasa de suicidios de jóvenes ha aumentado mucho en los dos últimos años. Es trágico”, asegura.
“Apartheid” de género
La situación de las mujeres y jóvenes en Afganistán es la “peor a nivel mundial”, según un reciente estudio de expertos de la ONU.
Las restricciones sistemáticas de sus derechos humanos y la grave discriminación que sufren bajo el régimen talibán podrían equivaler a un “apartheid” o persecución de género, según el informe.
Con la campaña #AfghanGirlsVoices el ECW pretende que las redes sociales amplifiquen los testimonios de la campaña en redes sociales desde el 15 de agosto y el 18 de septiembre.
Asimismo, espera que las voces de las niñas afganas se hagan oír entre los líderes mundiales en la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que se realizará el 18 y 19 de septiembre en la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York.
Mediante el Programa Plurianual de Resiliencia (PPR) el ECW presta apoyo educativo a más de 250.000 menores y adolescentes en algunas de las zonas más remotas y desatendidas de Afganistán. Las niñas representan más de la mitad de los beneficiarios.
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