Una mujer del Reino Unido fue diagnósticada con un letal cáncer de cerebro, luego de que sus síntomas solo fueran unos repentinos cambios de humor que vinculó con temas hormonales.
Sophie White jamás pensó que su cambio de humor la llevaría a enfrentar una difícil enfermedad. Todo se registró cuando esta joven de 21 años decidió asistir a un centro médico y los exámenes evidenciaron que tenía un glioblastoma de grado 4 en su cerebro.
“Fue un gran shock. No había tenido ningún síntoma, quizá algunos cambios de humor, que achaqué a las hormonas, pero nada más”, contó White.
Pese a esos cambios de humor repentinos, lo que realmente la hizo asistir al médico fue una complicada convulsión que presentó y por la que tuvo que ser atendida a principios de junio.
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El portal especializado Mayo Clinic reseña en su página oficial que el glioblastoma es un tipo de cáncer que comienza con el desarrollo de células en el cerebro o en la médula espinal.
“No existe cura para el glioblastoma, también llamado glioblastoma multiforme. Los tratamientos pueden reducir la velocidad de desarrollo del cáncer y disminuir los síntomas”, indica Mayo Clinic.
Operación para remover el cáncer cerebral
Luego de que la diagnosticaran con el principal tipo de cáncer cerebral primario, tuvo que someterse a una cirugía para remover el 95% de la masa que afectaba su cabeza.
Los médicos también le ordenaron una sesiones de radioterapia pero fueron claros en informarle que su cáncer de cerebro no tenía cura.
“Estaba muy deprimida después de la operación cerebral”, comentó la mujer, que ahora lucha para poder crear algunas memorias con su hijo de 14 meses, Remi-James.
“Me siento culpable por no poder ser la madre que quiero ser… Quiero pasar todo el tiempo que pueda con Remi, pero no puedo estar sola con él, por si tengo otro ataque, así que es frustrante”, expresó.
En medio de su compleja condición de salud, Sophie agradece que su pequeño no sea lo suficientemente grande como para darse cuenta de lo que está pasando.
Además, uno de sus mayores temores es que su pequeño la olvide pronto al no poder crear con Remi un gran vínculo debido a que no sabe cuántos meses o años de vida le quedan.
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