La sociedad puede ejercer una gran presión para que las mujeres lleguen a pensar que la vejez está prohibida. Frases como “me siento vieja” se convierten en una verdadera tortura, dando por hecho que la imagen atractiva relacionada a la juventud ha desaparecido por completo. Pero, afrontar el paso de los años es posible, recuerda que la edad es solo un número y la juventud mental.
¿Por qué las mujeres comienzan a sentirse viejas?
Algunas mujeres sienten el peso de la vejez incluso mucho antes de entrar realmente a la etapa de la tercera edad. Sin embargo, el paso de los años no tiene que ser un motivo para sentirse triste. La razón para ver el tiempo como algo negativo es que la vejez actúa como “puente”, entre el modo en que pensamos que sería la vejez real y la situación que estamos viviendo.
Esos sentimientos ocurren porque se suele pensar en cómo la sociedad espera que las mujeres tengan una imagen casi perfecta. No en vano existen tantos productos y tratamientos estéticos que ofrecen la promesa de detener el paso del tiempo.
Incluso llega a parecer que solo la juventud tiene aspectos positivos y que la vejez solo trae pérdidas a nuestras vidas. Claro que nada de eso es cierto, la juventud no es perfecta, ni se salva de los problemas, al igual que envejecer no es sinónimo de decadencia y pérdida de atractivo.
Te recomendamos: Rendirse nunca será una opción, las mujeres fuertes siempre triunfan a pesar de las dificultades
¿Cómo dejar de sentirse mal por la vejez?
Sentirse vieja es simplemente una preocupación imaginaria que debemos comenzar a sacar de nuestras cabezas para ser felices. Para lograrlo necesitamos comprender que nuestro valor no depende de los años que tenemos, sino de la actitud con la que enfrentamos la vida. El psicólogo Arturo Torres, explica para Psicología y Mente, los pasos que se necesitan seguir para evitar este tipo de ideas negativas.
No te dejes limitar por tu cultura
La cultura en muchos entornos está basada en las bondades de ser joven. Nunca te dejes llevar por esos parámetros, frecuenta otros entornos y personas donde se acepte la madurez y el paso del tiempo como algo normal. Nunca permitas que la opinión de terceros determine lo que está bien o mal o en ti.
Busca apoyo de otras mujeres
Apóyate en otras mujeres que estén pasando o hayan pasado por lo mismo que tú. Seguramente muchas podrán sentirse identificadas y entender el punto de vista que tienes. Cuando las mujeres se apoyan son capaces de superar cualquier cosa, y entre ambas sacarse esas ideas erróneas que tiene la sociedad.
Ser mamá no es tu único destino
La vida de una mujer no tiene que girar en torno a crear una familia: cada quien tiene sus expectativas y muchas mujeres llegan a sentirse mal cuando van pasando los años y no logran ser mamás o casarse jóvenes. Si quieres una familia está bien, pero no tiene que ocurrir a los 20 años; si por el contrario lo que quieres es dedicarte a otros proyectos es igual de válido.
Las mujeres pueden gastar mucha de su energía pensando en lo negativo de la vejez, enfocándose solamente en las necesidades y expectativas de otros. Llegar a la mediana y tercera edad es una nueva y hermosa etapa que nos permite dedicarnos más a nosotras, cuidarnos, consentirnos e incluso comenzar de cero si es necesario.
Es tendencia: Kintsugi: la técnica japonesa que nos enseña a valorar las cicatrices del alma