Muchas personas cuando alcanzan una edad avanzada se limitan a hacer cosas que la sociedad ha delimitado para ellos, mientras que excluyen en su vida prácticas vinculadas a la juventud; sin embargo, Joan MacDonald ha demostrado que todo es cuestión de actitud. A sus 70 años decidió darle un giro radical a su vida y emprendió un estilo de vida más saludable y atlético.
Por recomendación de su hija, quien también es entrenadora personal, comenzó a emprender este desafío a través de pasos cortos: beber más agua, dormir ocho horas diarias, llevar una dieta balanceada en proteína, carbohidratos y hacer cinco comidas al día. Con esta rutina, aparentemente insignificante, pudo cambiar sus casi noventa kilos por el cuerpo de sus sueños y una musculatura de envidia.
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Joan MacDonald le dio un giro fitness a su vida
Para esta señora, de ahora 75 años, el peso no era su principal preocupación sino su vertiginoso deterioro en términos de salud. Joan tomaba medicamentos para controlar la presión arterial alta, sufría dolores por la artritis y de un edema en los tobillos.
Todo esto provocaba que su calidad de vida fuese disminuyendo hasta el punto de ser incapaz de subir las escaleras por el agotamiento. Desde cambió sus hábitos decidió compartir su progreso en las redes sociales.
Cinco años más tarde, esta mujer canadiense ya cuenta con 1.6 millones de seguidores donde no solo divulga sus rutinas de ejercicios sino también comparte de su día a día como una ‘influencer’ septuagenaria.
Además, ella y su hija han creado un canal de YouTube y una aplicación donde comparten entrenamientos guiados. Por esa vía también ofrecen recetas saludables y datos interesantes para empezar en el mundo del fitness.
“En 30 años, me perdí, me encontré, gané y perdí innumerables libras, también vi a mis tres hijos crecer y crear sus propias familias. Quién sabría que a los 70 estaría embarcado en un camino tan vertiginoso, alegre y lloroso como este. Realmente me amo y me perdono a mí mismo, estoy orgulloso de mí mismo y estoy decidido a mantener la antorcha encendida”, comentó Joan en una de sus publicaciones.
Hoy, Joan MacDonald ha perdido un poco menos de 30 libras, pero ha ganado un estado de salud certificado por sus propios médicos. Aunado a que su nuevo estilo de vida le ha permitido ahorrar cientos de dólares al año en medicamentos y eso sin dejar a un lado los molestos achaques de la vejez.
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