Dar y recibir amor es uno de los sentimientos más maravillosos que experimenta cualquier ser humano. Con todo y eso muchas personas se arrepienten de haber amado con intensidad, ya sea porque la relación no ocurrió como ellos esperaban o porque simplemente terminó de la peor manera. Pero, a pesar de cualquier sentimiento negativo, es necesario recordar que nunca pierde quien demuestra amor, sino quien no sabe apreciarlo y recibirlo.
El amor es un sentimiento que va más allá de la química o la afinidad con otra persona, se trata de conectar, respetar y sentirse completamente libre y cómodo con la otra persona. Demostrando de forma afectiva y emocional que estamos ahí en los buenos y malos momentos, explica psicología online.
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Dar amor nunca será un error
Suele ocurrir que en el momento cuando una persona que quisimos mucho nos desilusiona o abandona, pensamos que haberle dado todo nuestro amor no valió la pena. El dolor que se comienza a enfrentar por la pérdida es inevitable y tan intenso que sentimos como si nos estuviéramos rompiendo en mil pedazos. En ese momento comenzamos a recriminarnos por haber dado de más, sin pensar que si fue así es porque tuvimos mucho para dar.
En estos casos podemos llegar a la conclusión que es mejor cerrarnos a cualquier sentimiento y así no volver a sufrir, pero la realidad es que no vale la pena vivir sin dar amor. Esto se trata de un sentimiento tan poderoso que va más allá de hacer feliz a otra persona, nos alegra el corazón a nosotros mismos y es lo que siempre deberíamos considerar.
Renunciar a dar amor es separarnos de una parte maravillosa de nuestra vida, vivir es aprender a amar no solo a una pareja, también nuestros hobbies, trabajo, familia, amigos o mascotas. El amor nunca será un sentimiento que está de más sin importar lo que pase.
Los beneficios de dar amor son infinitos, nos hace sentir que por ello vale la pena vivir. Si la otra persona no sabe valorarlo y recibirlo, no es nuestra culpa. Lo importante es que dentro de nosotros solo tenemos cosas buenas para dar.
Sanar las heridas emocionales comienza por mirar hacia atrás y no quedarnos estancados en los malos momentos. Por el contrario, es saber que nuestro mayor logro fue dar amor de forma incondicional. Cuando entendamos esto, podremos abrirnos de nuevo y seguir adelante sin importar el daño que pudimos experimentar en el pasado.
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