El Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales en Panamá (STRI) reveló a partir de un estudio de datos satelitales y terrestres que más de 832 millones de árboles se ven afectados por los rayos que caen en los bosques tropicales del mundo durante un año.
La investigación, publicada en la revista Global Change Biology, pudo identificar que más de 100 millones de rayos caen anualmente alterando a los bosques y otro tipo de ecosistemas en la región ubicada entre el Trópico de Cáncer y Capricornio.
“Los rayos influyen en la capacidad de los bosques para almacenar biomasa y, por lo tanto el carbono, porque tienden a impactar los árboles más grandes. Además, también pueden ser muy importantes en los ecosistemas de sabana”, destacó Evan Gora, investigador del STRII.
De acuerdo con el experto, los rayos son uno de los fenómenos naturales más difíciles de investigar y desde hace tiempo no se les ha dado la importancia que tienen como agentes de cambio de los bosques tropicales con la liberación de energía.
El ecologista tropical de la Universidad de Louisville y coautor del estudio, Steve Yanoviak, explicó que un estudio previo pudo establecer que los rayos podría matar a la mitad de los árboles más grandes que se encuentran en un bosque.
“Descubrimos que, en promedio, un rayo impacta un total de 23.6 árboles y mata a 5.5 de estos árboles en un año”, explicó Yanoviak.
Los efectos de los rayos en los bosques tropicales
Los investigadores decidieron mapear los recuentos de los rayos basados en imágenes de la Red Global de Rayos de Earth Networks (ENGLN) con el objetivo de evaluar cómo estos fenómenos pueden afectar a los ecosistemas tropicales.
En ese sentido, estos datos satelitales permitieron estimar que los rayos dañan aproximadamente 832 millones de árboles tropicales cada año. Además, aproximadamente unos 200 millones de los árboles probablemente mueren debido por las afectaciones provocadas por los impactos de los rayos.
Además, se pudo establecer que los rayos eran más frecuentes en bosques, sabanas y áreas urbanas que en zonas de pastizales, matorrales y tierras de cultivo.
“Los bosques que experimentan más rayos cada año tienen menos árboles grandes por hectárea, tal vez porque los árboles grandes individuales en estos bosques se destacan más, tienen tasas más altas de rotación de biomasa leñosa y menos biomasa por aérea total”, reseña el estudio.
De acuerdo con los expertos, todavía existen algunos interrogantes como por qué algunos árboles sobreviven a los rayos mientras otros mueren, por lo que se cree que los árboles pudieron haber desarrollado formas de hacer frente a una amenaza tan común como estos fenómenos.
Finalmente, la científica del STRI, Helene Muller-Landau, destacó que este estudio evidencia que los rayos tienen una incidencia importante en la dinámica y estructura de los bosques tropicales en el mundo.
“Sospechamos que nuestro estudio subestima enormemente el efecto total de los rayos. Los rayos pueden desempeñar un papel importante en el ciclo de la biomasa forestal/carbono, no solo en los bosques tropicales sino también en otros ecosistemas tropicales”, manifestó la experta.
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