La comunidad científica y autoridades han venido encendiendo todas las alarmas ante el fenómeno de El Niño que se registrará durante lo que queda del 2023 y el 2024, el cual podría tener consecuencias devastadoras a nivel mundial.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) reveló que existe una probabilidad de más del 55% para que este fenómeno empiece a consolidarse entre los meses de junio y agosto.
“El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) es un fenómeno natural caracterizado por la fluctuación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial, asociada a cambios en la atmósfera”, explicó la OMM.
De acuerdo con la organización, El Niño tiene un gran impacto en las condiciones climáticas del diferentes partes del mundo y suele manifestarse con una disminución drástica de las lluvias generando un grave impacto en la agricultura, suministro de agua y los costos de energía.
Más allá de los impactos en los ecosistemas de la población, este fenómeno climatológico contribuye al aumento récord de las temperaturas globales, la generación de incendios, pérdida de bosques tropicales y el deshielo global.
La última vez que se registró El Niño fue en el 2016 y desde entonces sus efectos se han dejado de sentir directamente en todo el mundo, a pesar de que algunas regiones del planeta siguen registrando olas de calor y sequías extremas.
Los expertos han explicado que El Niño y La Niña suelen durar entre 9 y 12 meses, pero es posible que sus efectos se extiendan en el tiempo durante varios años como ha venido ocurriendo con esta última.
Los análisis de las condiciones climatológicas han evidenciado que el fenómeno de El Niño estará de vuelta durante el 2023 y 2024 y por eso el planeta podría registrar un aumento drástico de la temperatura alcanzando cifras récord.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) explicó que El Niño usualmente está asociado con condiciones cálidas y secas en áreas del norte y periodos más húmedos de lo habitual a lo largo de la costa oeste de Sudamérica.
Además, durante este fenómeno se registra un aumento considerable de las temperaturas no solo del océano sino también de la superficie terrestre debido a que los patrones atmosféricos empiezan a cambiar.
Este hecho también podría contribuir a que en el segundo semestre se tenga una temporada más activa de huracanes sobre las costas del Pacífico.
En el caso de Latinoamérica, este fenómeno suele generar impactos directos con intensas temperaturas y sequías en algunos países, aunque algunas regiones podrían experimentar precipitaciones especialmente zonas del Sur de EE.UU. así como Perú y Ecuador.
Lo cierto es que el El Niño es un fenómeno natural pero sus efectos tienen un impacto directo en el calentamiento global debido a que contribuye drásticamente al aumento de las temperaturas debido a la liberación de calor que hace el océano Pacífico hacia la atmósfera.
Las autoridades siguen de cerca el comportamiento de las condiciones del Pacífico para determinar qué tan fuerte podría ser este fenómeno y los impactos que podría desencadenar en materia alimentaria, de acceso al agua y los costos de generación de energía; así como a las posibles inundaciones en algunos países.
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