La Tierra durante millones de años ha venido transformándose geológicamente lo cual ha dejado la formación de placas tectónicas que están en constantemente movimiento y que han formado zonas como el Anillo de Fuego del Pacífico.
De esta forma, la confluencia de estas placas ha generado esta particular región que es investigada frecuentemente por la comunidad científica por ser una zona que ha concentrado una gran cantidad de terremotos y actividad volcánica a lo largo de la historia del planeta.
Esta zona está ubicada a lo largo de 40.000 kilómetros de las placas tectónicas en el océano Pacífico de América, Asía y Oceanía, en donde existe un riesgo latente para miles de millones de personas por ser una región de subducción en la que confluye la corteza oceánica y la continental generando fuertes terremotos y erupciones volcánicas.
Además, este cinturón ha estado históricamente vinculado con las erupciones que han causado graves desastres en decenas de países y la extinción masiva de algunas especies de fauna y flora.
El Servicio Geológico de EE.UU. (USGS) ha explicado que esta zona concentra entre el 80 % y 90 % de los terremotos que se registran en el mundo y cuenta con más del 70 % de las formaciones volcánicas del planeta.
“El cinturón existe a lo largo de los límites de las placas tectónicas, donde placas de corteza principalmente oceánica se hunden (o subducen) debajo de otra placa. Los terremotos en estas zonas de subducción son causados por el deslizamiento entre las placas y la ruptura dentro de las placas”, reseña el USGS.
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De acuerdo con la entidad, en esta zona se han registrado los terremotos más fuertes de la historia del planeta como el que ocurrió en agosto de 1868 (9.0 grados) y el 22 de mayo de 1960 con una magnitud de 9.5 grados en Chile.
Estos sismos provocaron erupciones volcánicas y un gran maremoto que destruyó la costa pacífica de Chile y que llegó hasta países como Japón y Filipinas.
En ese sentido, América se encuentra en gran parte del Cinturón de Fuego del Pacífico lo cual explica que tenga las zonas geológicas y volcánicas más activas del mundo.
De esta forma, la Cordillera de los Andes en América del Sur se ha venido formando en los últimos 170 millones de años a medida que la Placa de Nazca, que se encuentra debajo del Océano Pacífico; se metió debajo de la Placa de América del Sur empujando su borde occidental.
“La subducción de una placa debajo de la otra ha dado lugar a una serie de volcanes en el borde occidental de la cordillera. Por esta razón, los terremotos también son muy comunes en esta región”, explicó el Observatorio Earth de la NASA.
Un equipo científico de Perú pudo establecer recientemente que la mayor erupción volcánica de la historia de Suramérica se registró en febrero de 1600, cuando el volcán Huaynaputina lanzó cenizas que llegaron hasta Canadá e incluso afectaron al clima y la agricultura de Rusia y Alemania.
La erupción de este volcán ubicado a unos 4.850 metros sobre el nivel del mar en la cordillera de los Andes, superó los 30 kilómetros de altura y expulsó unos 14 kilómetros cúbicos de material volcánico que sepultó al menos diez pueblos cercanos y causó la muerte de unas 1.500 personas.
Los científicos han advertido que el anillo de Fuego del Pacífico representa un riesgo latente para millones de personas de unos 40 países en el planeta, que están expuestos a las erupciones volcánicas y sismos de gran magnitud que pueden tener consecuencias devastadoras.
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