El confinamiento global impuesto para combatir la pandemia del coronavirus le ha dado una tregua a la contaminación. El pasado 7 de abril logró un pico en la reducción del 17 % de las emisiones diarias mundiales de carbono. Uno de los niveles más bajos desde 2006, según reveló un estudio publicado este martes en “Nature Climate Change”.
El análisis, hecho por un equipo internacional de científicos coordinado por Corinne Le Quéré, de la universidad inglesa de East Anglia, advierte que ese efecto positivo “no durará” si los Gobiernos no introducen medidas permanentes para rebajar las emisiones nocivas a la atmósfera.
Debido a lo anterior, la preocupación a nivel mundial es que luego del coronavirus, la contaminación en el mundo llegue, incluso, a niveles más altos. Entre tanto, el mundo se encamina este año a una reducción de las emisiones de entre un 4 y un 7%, con respecto a 2019 (según lo que duren las restricciones). Este sería el mayor descenso anual desde la segunda Guerra Mundial. Pero los expertos advierten que esto apenas tendrá impacto en el cambio climático, debido a la gran cantidad ya acumulada en la atmósfera.
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La reducción en la contaminación benefició a todos debido al coronavirus
Los científicos analizaron las restricciones impuestas en 69 países responsables de un 97 % del total de emisiones de CO2; y su efecto diario en sectores de actividad claves entre enero y abril, comparado con los datos de 2019.
De acuerdo con el estudio, hacia el 7 de abril, cuando las regiones más contaminantes, China, EEUU, Europa e India, estaban confinadas, las emisiones diarias globales bajaron en 17 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). Un descenso del 17 % con respecto a 2019, con una caída media diaria del 26 % en cada país.
Las emisiones por parte del transporte terrestre representaron casi la mitad (43%) de la disminución; la generación de energía representó el 19%; la industria, 25% y la aviación el 10%.
Por países, China redujo sus emisiones un 23,9%; EEUU un 31,6% e India un 25,7%. En la región europea el descenso máximo fue del 27%.
Según el estudio, en España la caída máxima fue del 31,9 %; de un 26,4 % en Alemania; Francia redujo sus emisiones un 34 % e Italia un 27,7 %.
En América Latina, Brasil las disminuyó un 25,2 %; Argentina un 27,3 %; Colombia un 36,5 %; Chile un 20,1 %; México un 20,1 % y Venezuela un 29,5 %.
Los autores modelaron tres escenarios potenciales de desconfinamiento hasta finales de este año. Además, hallaron que podría conseguirse una reducción anual de emisiones de entre el 4 y el 7 % en 2020. Con esto, no solo el coronavirus sería el mecanismo para hacerle frente a la contaminación mundial.
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El informe de la brecha del Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA) dice que se necesita una disminución constante de las emisiones de gases de efecto invernadero del 2,7 % anual. Esto con el fin de mantener el calentamiento global muy por debajo de los 2oC, y del 7,6 % por año durante décadas. De esta manera se lograría los niveles estándares de 1,5oC.
Los autores alertan de que la prisa por impulsar paquetes de estímulo económico en medio del coronavirus no debe hacer que se eleven las futuras emisiones y la contaminación en general. Por ello, instan a los Gobiernos a mejorar las políticas del transporte y la movilidad para lograr un cambio permanente. Estos sectores han supuesto casi la mitad de la disminución de las emisiones durante el confinamiento.
“A medida en que los líderes tengan en cuenta el cambio climático al planificar sus respuestas económicas posteriores al coronavirus, influirá en la trayectoria de la contaminación y las emisiones mundiales de CO2 durante las próximas décadas”, afirma Le Quéré.
La experta anima a aplicar “cambios reales y duraderos”, sobre todo en el área de transporte.
“Por ejemplo, en las ciudades y los suburbios, el apoyo a los desplazamientos a pie y en bicicleta. También la adopción de bicicletas eléctricas es mucho más barato y mejor para el bienestar. Mitigaría los niveles de contamianción y mejoraría la calidad en el aire”, señaló.
Otro de los autores, Rob Jackson, de la universidad de Standford (EEUU) y presidente del Proyecto Global de Carbono, declara que es necesario “un cambio sistémico a través de la energía verde y los coches eléctricos”. Para disminuir la contaminación no basta con “reducciones temporales” debidas a un “comportamiento forzado como el coronavirus”.
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