Un estudio evidenció que el Ártico se está calentando tres veces más rápido que el planeta con un incremento en la subida del termómetro más acelerada de lo que se pensaba, lo cual tendría consecuencias devastadoras que está lejos de acabarse.
Estos alarmantes datos fueron revelados en un informe actualizado del Programa de Evaluación y Vigilancia del Ártico (AMAP), en donde se establece que la banquisa es una víctima anunciada de este calentamiento, por lo que cada fracción de grado de temperatura tiene un impacto en su futuro.
Los expertos creen que las posibilidades de que la capa de hielo desaparezca totalmente en verano, antes de volverse a formar en invierno, son diez veces más elevadas si la temperatura en la Tierra aumenta 2 °C, que si lo hace 1,5 °C en el marco objetivo establecido por el Acuerdo de París.
“El Ártico es realmente un punto clave del calentamiento climático”, resaltó Jason Box, especialista en glaciares en el Servicio Geológico de Dinamarca y Groenlandia.
El informe reseña que en menos de medio siglo, de 1971 a 2019, la temperatura media anual del Ártico subió 3,1 °C, frente al 1 °C del planeta, por lo que el calentamiento de esta región ya ha superado más del doble del promedio mundial.
Los factores del calentamiento
Los investigadores explicaron que en 2004 se produjo una subida, todavía inexplicada, del termómetro en el círculo polar Ártico, que luego derivaría en un incremento del calentamiento a un ritmo 30 % más elevado que antes.
“Ahora, la región es escenario de episodios de calor invernal más numerosos y más largos”, explica Jason Box, quien asegura que se trata de fenómenos meteorológicos que se precipitan en la región, sobre todo durante el periodo de formación de hielos, entre octubre y mayo.
Asimismo, en el verano (junio a septiembre) se ha sumado el calor liberado por los océanos, cada vez con menos hielos marinos y el aislamiento que proporcionan.
Lo preocupante es que la tendencia está lejos de terminar ya que, según las proyecciones citadas en el informe, las temperaturas medias del Ártico subirán de aquí a finales de siglo entre 3,3 °C y 10 °C por encima de la media del periodo 1985 – 2014, pero este incremento dependerá del nivel de emisiones de gas de efecto invernadero.
El calentamiento de esta región tiene consecuencias inmediatas en los ecosistemas con la modificación del hábitat, de las costumbres en la alimentación, de las interacciones de la fauna y la migración de ciertas especies como el oso polar.
Otro de los problemas se han presentado con el incremento de los incendios forestales desde Siberia hasta Suecia, pasando por Alaska, en donde se han vuelto cada vez más recurrentes en esta zona del Ártico.
“Además del riesgo para la seguridad de las personas, el humo que producen contiene también dióxido de carbono y negro de carbón, y ambos contribuyen al cambio climático”, advirtió Michael Young, investigador estadounidense.
El impacto en el planeta
Los científicos han explicado que las consecuencias de este calentamiento también son dramáticas para las cuatro millones de personas que viven en estas latitudes, especialmente las poblaciones indígenas.
“Los cazadores en el noroeste de Groenlandia dicen que el periodo durante el cual es posible desplazarse con trineos de perros ha pasado de cinco a tres meses”, explicó Sarah Trainor, directora del Centro de Evaluación y Política del Clima de Alaska.
“Cazadores y pescadores en Canadá y Rusia dan cuenta de focas más delgadas, una fauna salvaje menos sana y más gusanos en los pescados y mamíferos marinos”, indicó la funcionaria.
Los expertos también han resaltado que un Ártico más cálido representa una región más húmeda, por lo que la lluvia sustituye a la nieve, y contribuye a que se formen capas de hielo que impiden a los ciervos alimentarse de líquenes.
Sin embargo, los efectos del cambio climático en la región van mucho más allá ya que las millones de toneladas de hielo que se derriten cada año en Groenlandia, por ejemplo, hacen subir el nivel de los mares, convirtiéndose en una amenaza para poblaciones a miles de kilómetros.
El deshielo de la capa de hielo también está abriendo posibilidades económicas con nuevas zonas pesqueras, rutas marítimas comerciales, accesos más fáciles a recursos petroleros y de gas, por lo que su apertura a estos sectores podría generar mayores impactos ambientales en esta zona del planeta.
“El potencial de expansión de estas industrias se ve frenado por los esfuerzos para limitar las emisiones de gas de efecto invernadero y para alcanzar los objetivos establecidos por el Acuerdo de París”, reseña el informe.
Recientemente, una expedición científica que viajó al Polo Norte pudo establecer las graves consecuencias que está teniendo el cambio climático en el Ártico ya que los análisis también permitieron concluir que la capa de hielo podría desaparecer durante el verano.
El jefe de la expedición MOSAiC, Markus Rex, aseguró que este trabajo de investigación en el Polo Norte sobrepasó todos los límites pero lamentablemente pudo concluir una de las principales sospechas que tenían los científicos.
“Hemos visto con nuestros ojos y sentido bajo nuestros pies cómo muere el Ártico. La capa de hielo se ha derretido en las regiones más cercanas del Polo Norte en el verano. Si no logramos contener de inmediato el calentamiento de la Tierra pronto desaparecerá por completo el llamado hielo eterno, al menos en verano”, indicó Rex.
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