Una separación siempre es difícil y aunque la relación entre esposos se termina, el vínculo y las responsabilidades de los padres con sus hijos continua para toda la vida. No obstante, cómo hablar de divorcio y explicarle a un niño que papá y mamá ya no estarán juntos puede ser un desafío.
No hay una sola forma de decirle a los pequeños de la casa esa información y tampoco hay manera de controlar sus sentimientos, sin embargo, las conversación tiene que ser tan detallada como la edad y la madurez del menor.
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Por lo general, con los niños menores de 8 años va a ser suficiente manifestarle que sus padres dejaron de entenderse y ahora van a vivir en casas separadas. No obstante, la situación se complica cuando son más grandes o incluso adolescentes ya que pueden estar inclinados hacia una de las partes.
Cómo hablar de divorcio o separación de los padres con los hijos
De acuerdo con la psicóloga infantil y especialista en crianza y salud mental del infante, Erika Angulo, “en la mayoría de los casos los niños se sienten culpables de esa situación”.
Por otro lado, la experta indica que hay que “recordarle a los niños que esto es una situación de adultos y que no hay nada que ellos pudieran haber hecho o dejado de hacer que hubiera cambiado la situación porque tiene que ver con una relación de pareja”.
La forma de reacción es exclusiva de cada niño y su personalidad, algunos no lo asimilan de manera inmediata y otros optan por suprimir lo que sienten para evitar nuevas peleas entre los padres. Del mismo modo, hay pequeños que actúan como si no pasa nada o intentan mantener ocultos sus sentimientos de rabia o tristeza.
Una supuesta ausencia de reacción puede ser señal de que se está gestando un trauma mayor. Sus emociones pueden estar siendo exteriorizadas en el colegio, cambios de hábitos, apetito o comportamientos sociales poco comunes.
“¿Qué es importante que tengamos en cuenta? Que no solo veamos lo obvio, sino que tengamos también muy presente la observación sobre aquellos comportamientos y aquella comunicación no verbal que los niños nos van a dar a través de retirarse o de pronto de tener comportamientos irritables o agresivos, todos estos son mensajes emocionales de lo que el niño está viviendo”, explica la psicóloga infantil.
Vale destacar que durante la separación no es un momento adecuado para flexibilizar medidas de disciplina porque esto puede generar inseguridad o desorientar un poco al menor. Además, comprar regalos para reemplazar el amor o responder a todos los caprichos del niño es la fórmula precisa para alimentar actitudes de manipulación, rebeldía o depresión en adolescentes.
“La rutina es como las paredes que le va a ayudar al niño a regular estas emociones que están internas. Entendemos que de pronto la mirada hacia la crianza puede variar entre mamá o papá, pero en la medida que nos podamos poner de acuerdo eso va a traer seguridad o tranquilidad a los hijos”.
¿Cuáles técnicas aplicar según la edad del menor?
Para la especialista en psicología infantil, las explicaciones más cortas y concisas son las que deben darle a los niños más pequeños, explicándoles por ejemplo dónde van a dormir o qué días van a pasarlo con el papá.
“Los más grandesitos de 12 años pueden empezar a buscar culpables. Quién fue el bueno, quién fue el malo, y de pronto el que se va se puede ver como la víctima de la situación. El juego en los más pequeñitos les va a ayudar a elaborar todas las emociones, y en los adolescentes buscar espacios íntimos. Esos espacio íntimos de ir a ver una película o con las niñas hacerse las uñas, es donde surgen los diálogos más espontáneos”.