La crítica a las madres durante el primer año del bebé es tan dura que afecta su confianza y las hace sentir que están fracasando en el trabajo de la maternidad. Además, las hace víctimas del llamado ‘mom shaming’, un tipo de acoso que busca minar la seguridad de la mujer y hacerla sentir culpable por sus elecciones.
Así lo explicó la psicóloga Heather Irvine-Rundle en entrevista para un medio australiano, en el que enfatizó que hay muchas opiniones, pero poca ayuda real durante esos primeros meses con el bebé.
“El primer año del bebé es un momento realmente difícil para las mamás porque la gente está juzgando todo lo que hacen: si le ponen un sombrero a su hijo o no, si lo exponen al protector solar o se lo ponen demasiado sol, ya sea que estén amamantando o alimentando con biberón, ya sea que estén haciendo una rutina o no, ya sea que estén usando ropa natural, orgánica o sintética. Todo el mundo está juzgando y nadie le dice a esa madre: ‘Cuéntame sobre tu relación con tu bebé'”, dijo.
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Los estadounidenses incluso tienen un término exclusivo para ello: ‘mom shaming’, que se traduce más o menos a “avergonzar a las mamás”.
Es un fenómeno generalizado en las redes sociales, donde todos se sienten con el derecho a criticar las decisiones de crianza de los demás y donde parece que ninguna madre es lo suficientemente buena en su trabajo.
Se le aplica a mujeres que quieren tener una vida aparte de ser madres o que se percibe que no hacen lo suficiente por sus hijos. es un comportamiento pasivo-agresivo que te hace sentir culpable por decisiones como no continuar con la lactancia materna exclusiva, contratar una niñera o dejar a tu hijo en casa y salir a hacer cosas de adultos, cualquiera de estas excusas puede ganarte el título de “mala madre”.
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Las celebridades que llevan su vida pública a través de las redes sociales son frecuentemente criticadas y víctimas del mom shaming, lo que algunos medios aseguran que es una especie de sexismo, pues nadie acosa de igual manera a los padres por sus decisiones de crianza.
Abogan por un entorno respetuoso, donde las madres se sientan empoderadas en su rol de cuidadoras y no reciban juicios.
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