La Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa el número de cesáreas en circunstancias normales en un máximo de 15%, pero en países de Latinoamérica este procedimiento alcanza el 50% de los nacimientos, sin que sea un procedimiento obligatorio por cuestiones de salud. Se trata de las cesáreas a la carta o programadas.
En promedio, el 38% de los nacimientos se producen por medio de cesáreas y Brasil tiene la tasa más alta de la región, con 55%.
Pero la OMS alerta que “la creciente medicalización de los nacimientos está dañando la capacidad de las mujeres para dar a luz. El parto debe ser tratado como un proceso natural, con la madre en el centro de la toma de decisiones y solo debe intervenirse cuando haya complicaciones”.
La organización señala que “se aplica en muchos países de ingresos medios de forma rutinaria por comodidad de parturientas y personal médico y porque, en algunos casos, los especialistas cobran mucho más dinero por un parto quirúrgico que por uno natural”.
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“La “cesárea a pedido” es en la actualidad, y cada vez más frecuentemente, una opción de vía de parto, la cual puede ser solicitada a libre demanda por la mujer. Ya no es necesario que la mujer o el feto cumplan con las condiciones médicas necesarias, que hacen que el profesional se vea en la obligación de realizar el acto quirúrgico requerido, sino que es posible que ella manifieste su deseo de tener un parto por una vía artificial”, detalla un artículo desde el punto de vista de la matronería publicado en la revista biomédica Medwave.
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“Uno de los principales motivos aludidos por la grávida tiene que ver con el “miedo al dolor en el parto”. Por lo tanto, es necesario empoderar a la mujer y traspasarle toda la información que sea necesaria para que la decisión final que ella adopte, sea producto de un análisis profundo e informado, conociendo las ventajas y desventajas demostrables con la evidencia existente respecto del parto vaginal y cesárea. La mujer debe ser acompañada por el profesional que brinda los cuidados de salud, para tomar esta decisión”, expresa el texto.
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Un estudio que analizó 16 investigaciones sobre por qué las mujeres eligen las cesáreas a la carta, determinó que se ven influidas por sus familiares, conocidos, medios de comunicación y experiencias traumáticas previas. También toman esa decisión para sentir un poco de control sobre el parto y disminuir su miedo.
Según Healthline, tanto los partos vaginales como las cesáreas conllevan riesgos y posibles complicaciones. Las mujeres que dan a luz por vía vaginal pueden experimentar desgarros perineales o necesitar una episiotomía que requiera puntos de sutura y varias semanas de curación. Además, muchas mujeres experimentarán problemas con el control de la vejiga o un prolapso de órganos después de un parto vaginal.
Advierten que de manera similar a otras cirugías importantes, las cesáreas a la carta tienen riesgos y complicaciones potenciales. Pueden surgir problemas con infecciones, pérdida de sangre, coágulos de sangre, lesiones en el intestino o la vejiga y reacciones a la anestesia o la medicación.
De tal manera que la decisión de la forma en la que la mujer quiere llevar el nacimiento depende de ella, pero es importante que la tome con toda la información disponible a la mano y después de haber conversado con un especialista sobre todas las aristas del tema.
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