Todas las mujeres pasan por cambios físicos y hasta psicológicos en el embarazo, además de la emoción por la llegada del nuevo bebé, también deben enfrentar que durante los meses de gestación y luego del parto su cuerpo no volverá a ser como antes.
Aunque claramente la maternidad tiene sus encantos, como lo es traer una nueva vida al mundo, también es cierto que se trata de una etapa para nada glamurosa, de la que pocos hablan claramente. Por más que una mujer se cuide los cambios corporales son inevitables: aunque algunas vuelven a recuperar su figura rápidamente, otras mujeres tardan un poco más, lo que puede hacerlas sentir inseguras.
Cambios en el cuerpo durante el embarazo
Uno de los primeros cambios que suele manifestarse durante el embarazo se presenta en el útero. Este órgano comienza a agrandarse a partir de las 12 semanas, causando un leve abultamiento en el abdomen, explica el Manual MSD. Claro que el útero continua agrandándose durante el embarazo, hasta que a las 20 semanas alcanza la altura del ombligo y hacia la 36 el borde inferior de la caja torácica.
Cambios en los senos
Como las hormonas se están preparando para producir leche, las mamas comienzan a agrandarse. Por lo tanto los senos se pueden notar más tensos y sensibles al tacto, al tiempo que la piel se estira por el cambio de tamaño. Luego de dar a luz y amamantar los senos pueden quedar un poco más flácidos, motivado a que vuelve a su tamaño natural, dejando rastros de estrías en mayor o menor medida.
Otros cambios en el embarazo
Pero eso no es todo, muchas mujeres experimentan retención de líquidos durante el embarazo, debido a que el volumen de sangre aumenta, lo que puede dificultar la circulación sanguínea normal. Sin embargo, esto puede ser combatido con buenos hábitos. También son frecuentes los dolores de espalda y el agotamiento por el peso del bebé.
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La belleza va más allá del físico
Si bien es cierto que todos estos cambios son completamente normales, la realidad es que por más explicación científica que le encuentres, seguramente tendrás días en los que te sientes la mujer más horrible del mundo porque tu cuerpo no se ve como antes.
Pero esto no tiene que ser así, claro que no es fácil, pero la belleza de una mujer no está únicamente vinculada a los cambios en el embarazo o su apariencia física. Recuerda que tienes el privilegio natural de traer una nueva vida al mundo, ese bebé que tanto soñaste y esperaste.
Algunos días también podrás estar asustada, desesperada o sentir que nadie te entiende, incluso llegas a creer que estás sola, aunque tu familia y amigos están contigo. Sientes que tu cuerpo ha cambiado demasiado, la ropa ya no te queda y no puedes controlarlo. Pero nada de eso define tu belleza real y el poder que tienes como mujer.
Recuerda que cada marca y cada cambio en tu cuerpo durante y después del embarazo, es parte de uno de los procesos más bonitos de la vida, el de ser madre. Sin importar lo que ocurra y siempre que te veas con ojos de amor y cuides de ti misma, sabrás que eres hermosa, por dentro y por fuera.
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