El embarazo es una temporada de muchos cambios hormonales que repercuten en tu aspecto, tu apetito, tus niveles de energía y básicamente en toda tu vida. Lo que quizás no sepas es que en el posparto pueden presentarse o continuar varias de estas molestias que creías que terminarían con el embarazo.
De acuerdo a Healthline, uno de los inconvenientes más comunes en el posparto es la caída del cabello. Y no hablamos de solo unas hebras, sino de una gran cantidad de pelos que aparecen en tu cama cada mañana, en la ropa y en cualquier parte, hasta hacerte pensar que vas a quedar calva.
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Pero realmente esto se debe a que durante el embarazo el estrógeno sube y hay una tendencia a que el cabello no se caiga como normalmente lo haría. Al momento del parto, estas hormonas bajan y tu cabello se cae por todo lo que no hizo en nueve meses, de una sola vez. El pico de esta caída suele situarse en los 4 meses y podría prolongarse hasta un año.
Melasma posparto
Otro aspecto poco comentado es que tu piel queda oscurecida, especialmente en los pliegues, después del embarazo. Especialistas señalan que esto es natural, debido a que la piel se estira mucho y luego se encoge. Necesitarás muchas sesiones de exfoliación para poder deshacerte de todo ese tono oscuro que no te gusta.
Hay otras manchas oscuras llamadas melasma posparto, que se presentan principalmente en la cara, y que pueden persistir tras el parto. Algunas se desvanecen con los meses, mientras que otras ameritan tratamiento médico.
Suelo pélvico
El siguiente tema es el suelo pélvico, que puede quedar sin tono después del parto, lo que resulta en incontinencia urinaria y necesita de ejercicios Kegel para volver a tonificarse.
Desde la organización especializada española El Parto es Nuestro, detallan: “Otra herramienta muy válida que tenemos hoy día para trabajar, pasada la cuarentena, son los abdominales hipopresivos que trabajan la cinta abdominal sin presionar al suelo pélvico y ayudan a tonificar la musculatura perineal. Es muy importante realizar los ejercicios de Kegel y los abdominales hipopresivos con la supervisión de un fisioterapeuta que te indicará la musculatura correcta a contraer y cómo hacerlo. Estos ejercicios también son recomendados para las mujeres que hayan pasado por una cesárea”.
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Finalmente, debes saber que los cambios de humor son comunes en el posparto y que es perfectamente válido sentirte feliz en un momento y agobiada al otro. Está bien sentirse preocupada, cansada, adolorida. Es importante derribar el paradigma de que las madres son súperhumanas que no tienen permitido sentir dolor o cansancio.
Sé consciente de tus emociones y busca la ayuda que necesites. Una madre segura y contenida hace a un bebé feliz.
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