Jan Koum, el creador de WhatsApp y actual presidente de la misma compañía, antes de ser multimillonario tuvo que pasar por varias adversidades que lo convirtieron en un claro ejemplo de superación.
Koum nació en Ucrania el 24 de febrero de 1976, en una familia con muy bajos ingresos. En ese entonces, este país hacía parte de la Unión Soviética y allí, Jan tuvo que vivir conflictos políticos, desempleo, violencia y pobreza extrema; problemáticas muy comunes por esos días en ese territorio.
Mira también: Peter Scholze, el ‘Mozart de las matemáticas’ que ‘rechazó’ a Mark Zuckerberg
Desesperados y ya en la adolescencia, Jan emigró con su familia en busca de un mejor futuro a Estados Unidos. Pero cuando llegaron, se dieron cuenta que tendrían que vivir incluso peor que en su país natal, pues cuando pisaron suelo americano, no tenían dinero, ni techo y la barrera del idioma les jugó una mala pasada.
Afortunadamente, dieron con un programa de apoyo social, que les ofreció un techo en unas condiciones deplorables, que al menos les servía para poder resguardarse de la lluvia y el clima estadounidense.
La familia tenía que sobrevivir de la caridad y cupones alimenticios; con el tiempo, las cosas comenzaron a mejorar; la madre de Koum comenzó a trabajar como niñera y él, empezó a ganar algo de dinero como intendente de un supermercado.
Su pasión por la tecnología
En los años 90, Jan comenzó a cultivar un gusto increíble por la tecnología y con un par de amigos, comenzó a hackear sitios web, teniendo en cuenta que la seguridad por esos años en Internet era casi nula.
Gracias a este talento, logró entrar a la universidad como programador, pero la abandonó antes de terminar su carrera para perseguir proyectos personales.
Su ascenso
Durante su migración a EE.UU., el padre de Jan no pudo viajar con ellos y se quedó en Ucrania; las tarifas para llamar por teléfono a tan larga distancia, eran exorbitantes, así que tenían muy poco contacto. Cuando Koum estaba a punto de viajar a su país natal para ver a su progenitor, recibió la triste noticia de que él había muerto.
Esto no doblegó al joven, quien después de muchas pruebas, logró ser parte del equipo de Yahoo como jefe de infraestructura. Cuando todo parecía mejorar, el cáncer le arrebató a su madre, con quien viajó a un lugar desconocido, con quien aguantó hambre y tuvo que pasar las más difíciles pruebas.
Después de esto, el genio decidió dedicarse de lleno a su trabajo y nueve años después, quiso retomar sus proyectos, renunció a Yahoo y presentó la solicitud para ser parte de Facebook, propuesta que fue rechazada. Pero los directivos de la red social más grande del planeta, no sospechaban que Koum tenía un ‘as bajo la manga’.
Inspirado en no poder hablar con su padre por los altos costos de las llamadas, viendo el potencial que tendrían las aplicaciones móviles a largo plazo, el crecimiento del Internet y el declive de los mensajes de texto, Jan creó, junto a un amigo que conoció en Yahoo, la empresa WhatsApp Inc. en 2009.
En pocos meses, WhatsApp era la aplicación de comunicación más popular del mundo e inmediatamente, Mark Zuckerberg se interesó en ella y quiso comprarla.
No fue hasta el año 2014, que Jan aceptó vender la compañía a Zuckerberg por 19 mil millones de dólares, con una sola condición: firmar el contrato en el albergue donde su familia pasó tan malos ratos tras su llegada a Estados Unidos.
¿Increíble no?
Te puede interesar: Podrías morir: tu vida correrá peligro si visitas alguno de estos cinco lugares