El presidente de EEUU, Donald Trump, invocó el miércoles 12 de junio el privilegio del ejecutivo de bloquear al Congreso el acceso a los documentos sobre el censo de ciudadanía del 2020. “¿Es usted ciudadano de Estados Unidos?”, fue la pregunta que puso en disputa al mandatario con la Cámara de Representantes.
Esta decisión forma parte de salvaguardar al fiscal general, William Barr y al secretario de Comercio, Wilbur Ross, por no haber entregado los documentos solictados por el Comité de Supervisión de la Cámara Baja. Ambos, son los encargados de la cartera del censo.
La Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, interpretó en primera instancia, que la decisión de incluir esta pregunta era una estrategia del plan antiinmigración. Sin embargo, revelaciones de las recientes investigaciones denotaron que esta propuesta busca reducir la representación de los electores hispanos.
Dentro de la denuncia, los Estados progresistas establecieron que estas estadísticas podrían beneficiar a los republicanos ya que, se podría determinar con votos cuentan según la población para las próximas elecciones. Con ello, los demócratas creen que la administración de Trump podría establecer parámetros de distribución de los distritos del Congreso para salir favorecidos en las votaciones.
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El Departamento de Justicia, esclareció que el bloqueo hacia el acceso de esta información pretende mantener en secreto las deliberaciones internas del Gobierno. Según el secretario adjunto de Justicia, Stephen Boyd, ya se han entregado más de 17.000 páginas sobre el censo.
Según el Centro de Estudios PEW, hay aproximadamente 25 millones de inmigrantes que viven en EE UU que no poseen la ciudadanía norteamericana. Con ello, si la mayoría no participa en el censo, existirían problemas de fondos de seguridad nacional.
Información de Rusia y China
Trump aseguró en entrevista para la cadena de ABC, que podría aceptar información sobre su rival si ésta proviene del Gobierno de China o Rusia. Explicó que no tendría molestia alguna en escuchar estos hipotéticos planteamientos.
El mandatario afirmó que no se trataría de una “injerencia”. “Si creyera que hay algo malo, entonces la llevaría al FBI”, destacó.
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En su campaña presidencial en 2016, su hijo mayor, Donlad Trump Jr, se reunió con una abogada rusa que supuestamente le había ofrecido información para perjudicar a la rival de su padre, Hillary Clinton.
En a reunión también participaron el asesor y yerno de Trump, Jared Kuschner, y el entonces jefe de campaña de Trump, Paul Manafort, que cumple una pena de siete años y medio de cárcel por varios delitos económicos.