El secretario de Justicia de EE.UU., William Barr, ha dicho a sus allegados que está considerando renunciar porque el presidente Donald Trump no hace caso a su advertencia de dejar de tuitear sobre casos del Departamento de Justicia.
Hace apenas unos días, Barr criticó públicamente al mandatario cuando afirmó en una entrevista televisiva que los tuits de Trump sobre casos y personal del Departamento de Justicia le “imposibilitan” hacer su trabajo.
Al día siguiente, Trump ignoró la solicitud de Barr e insistió en que él tiene el “derecho legítimo” de intervenir en casos penales y soslayar la independencia histórica del Departamento de Justicia.
El funcionario que habló con AP no estaba autorizado a hablar de los comentarios hechos en privado por Barr y solicitó el anonimato.
No está claro qué tan serias son las advertencias de Barr sobre renunciar o si sólo está tratando de presionar al mandatario para que deje de lado sus tuits provocativos sobre el Departamento de Justicia. Sin embargo, la portavoz de Barr dijo el martes que el secretario “no tiene planes de renunciar”.
Barr es uno de los aliados más cercanos del presidente en el gobierno y ha sido un firme defensor de las decisiones políticas de Trump, pero el hecho de analizar la posibilidad de renunciar a su puesto indica que considera que la reputación del Departamento de Justicia, como una institución que toma decisiones sobre casos penales de forma independiente, sin dejarse llevar por la influencia política, es más importante que su lealtad al presidente.
Trump tuiteó el martes que sopesa demandar a los implicados en la pesquisa sobre la injerencia rusa en las elecciones pasadas y que estuvo a cargo del fiscal especial Robert Mueller. El presidente afirmó que su hombre de confianza, Roger Stone, merece un nuevo juicio después de que lo declararan culpable de manipulación de testigos y obstrucción.
Barr, secretario de Justicia por segunda ocasión, intentó presentarse como un titular independiente que no cedería a presiones políticas. Sin embargo, los demócratas lo han acusado reiteradamente de actuar más como abogado personal del mandatario que como secretario de Justicia. Barr ha mostrado ser un aliado confiable de Trump y defensor de la autoridad presidencial.
En los últimos días, diversos aliados de Trump, entre ellos el senador republicano Lindsey Graham, han expresado su plena confianza en el secretario de Justicia.
Sin embargo, Trump tiene poca tolerancia a las críticas, en especial a la crítica pública, de sus aliados y a menudo les responde de la misma manera.