El primer ministro británico, Boris Johnson, logró la amplia mayoría parlamentaria que necesitaba para permanecer en el cargo e impulsar su plan de Brexit.
Tras su arrollador triunfo en las elecciones generales, el primer ministro aseguró que este es el resultado con la mayoría más abultada de su Partido Conservador desde la década de 1980, lo cual demuestra que la voluntad del pueblo es completar el Brexit ahora.
En un exultante discurso ante sus seguidores, Johnson enfatizó que Gran Bretaña saldrá de la Unión Europea el próximo 31 de enero.
Con 642 de los 650 escaños asignados, los conservadores alcanzaban los 358 representantes, que les dan el control del parlamento, mientras que el opositor Partido Laborista sumaba 203.
En ese sentido, Johnson resaltó que parecía que su partido tenía “un potente nuevo mandato para completar el Brexit”.
La victoria podría convertir a Johnson en el líder conservador con más éxito en las urnas desde Margaret Thatcher, otra política que era amada y odiada casi en igual medida.
La jornada electoral fue un desastre para el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, quien enfrentó pedidos de renuncia ya durante el conteo.
Esto es lo que puede pasar con este proceso para sacar a Reino Unido de la Unión Europea.
Llevar a cabo el Brexit
El Partido Conservador de Johnson hizo campaña prometiendo sacar de una vez por todas al Reino Unido de la Unión Europea, más de tres años después del referéndum que aprobó el Brexit en 2016.
Tras llegar al poder en julio, Johnson logró renegociar el acuerdo de divorcio con Bruselas, pero no tuvo suficientes votos en la Cámara de los Comunes para aprobarlo.
Ahora que una mayoría de parlamentarios está a favor del texto, se apresurará en obtener su adopción a tiempo para llevar a cabo el Brexit en la nueva fecha prevista, el 31 de enero.
El Tratado de Retirada detalla aspectos claves del divorcio, como los derechos de sus respectivos ciudadanos, la factura de unos 39.000 millones de libras que Reino Unido debe pagar y la forma de mantener abierta la frontera en la isla de Irlanda.
Este va acompañado de una declaración política que esboza las grandes líneas de la futura relación económica y de seguridad entre el Reino Unido y la UE.
Johnson dijo que sometería el acuerdo al parlamento, bajo la forma del proyecto de ley que debe traducirlo a la legislación británica, antes de que los diputados se tomen las vacaciones de fin de año.
Pero el debate en detalle del texto no se espera hasta principios de enero, tanto en la Cámara de los Comunes (baja) como en la de los Lores (alta).
El texto debe también ser ratificado por el Parlamento Europeo antes de entrar en vigor, poniendo fin formalmente a 46 años de integración británica en la UE.
Negociaciones comerciales
Sin embargo, nada cambiará inmediatamente después de la fecha oficial del Brexit. El Tratado prevé un periodo de transición para permitir que empresas y administraciones se adapten a la nueva situación y dejar tiempo para negociar la futura relación.
Dicho periodo termina el 31 de diciembre de 2020 y Johnson asegura que para entonces habrá alcanzado un ambicioso acuerdo de libre comercio con la UE, el principal socio comercial del Reino Unido.
Pero la mayoría de expertos independientes considera que este tiempo es insuficiente para negociar un acuerdo de tal alcance, y mucho más para ratificarlo e implementarlo.
El Tratado de Retirada permite ampliar el periodo de transición en uno o dos años, pero Londres debe solicitarlo antes del 1 de julio de 2020.
Nuevo líder laborista
La victoria de Johnson sella una derrota electoral para el líder del principal partido de oposición, el laborista Jeremy Corbyn.
Este exsindicalista anunció que lanzará “una reflexión” interna y no liderará el partido en unas próximas elecciones, abriendo la puerta su sucesión.
Pese al apoyo a muchas de las propuestas de la izquierda, incluida la nacionalización de los ferrocarriles, Corbyn emprendió la campaña como el líder opositor más impopular en casi medio siglo.
Considerado un rebelde incluso dentro de su partido, este político situado mucho más a la izquierda que gran parte de los laboristas sorprendió a muchos al ganar el liderazgo de la formación en septiembre de 2015.
Sobrevivió a la rebelión de su propia cúpula gracias al apoyo de las bases y obtuvo un resultado mejor de lo esperado en las elecciones de 2017.
Pero fue criticado por su posición ambigua sobre el Brexit, al prometer un nuevo referéndum pero asegurar que se mantendría neutral.
Y por no actuar con suficiente rapidez y determinación a las numerosas acusaciones de antisemitismo dentro de su partido.